El experto en «simpas» de Valladolid vuelve a actuar, y ya van 17.

Sólo en la última semana «el simpas» fue detenido dos veces por irse sin pagar de distintos establecimientos.

D. M. V., de 34 años y que acumula 23 antecedentes de diversa naturaleza, dejó este jueves al menos dos cuentas sin abonar en negocios hosteleros de Valladolid.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración de la Policía Municipal de Valladolid, detuvieron a última hora del jueves a D. M. V., de 34 años, y que se ha hecho conocido por ser un experto en hacer ‘simpas‘ en bares y restaurantes de Valladolid, precisamente tras dejar sin abonar la cuenta en un negocio hostelero de la capital. Fue trasladado a dependencias policiales, donde más tarde fue puesto en libertad tras remitir las diligencias a la autoridad judicial.

No es la primera vez que D. M. V. ‘visita’ una comisaría por negarse a pagar el importe de comidas y bebidas. De hecho, la Policía Nacional le arrestó en dos ocasiones la semana pasada. La primera fue el martes. La segunda, este mismo jueves, cuando dejó sin abonar al menos dos cuentas en bares y restaurantes de la ciudad.

Una de sus últimas ‘víctimas’, que se tenga constancia, es el café y tapas Caño Argales, en Nicolás Salmerón, junto a la plaza de Caño Argales. Allí dejó este jueves pendiente una factura que ascendía a casi treinta euros por un cachopo, unas patatas bravas y una botella de vino. «No va con humildad, se pide lo mejor», cuenta Lucene, la propietaria, al tiempo que concreta que, en su caso, la excusa para no pagar era que «se le olvidó la cartera en casa». «Se puso agresivo con el camarero y llamamos a la Policía, pero se fue corriendo», explica.

Con las dos facturas que no pagó el jueves, son al menos diecisiete las cuentas que ha dejado sin pagar en negocios hosteleros de la capital en el último mes. Un listado que se engrosa conforme avanzan los días y con independencia de la ubicación, pues en este sentido no tiene preferencias: desde la Acera de Recoletos a Las Delicias, La Rondilla o Pilarica. «No entiendo cómo una persona puede delinquir día tras día y que no pase nada; es nuestro trabajo», sentencia la propietaria del café y tapas Caño Argales.

El «simpa» más famoso de los últimos años, la conga.

Posiblemente uno de los simpa más conocido y que más repercusión mediática tuvo en los últimos años, fue el ocurrido en León en 2017, cuando una familia celebraba un bautizo con 120 invitados y realizaron el que quizás sea el ‘simpa’ más multitudinario de la historia en un conocido restaurante en la localidad leonesa de Bembibre. La factura ascendía a 2.000 euros y los dueños no pudieron hacer nada para evitarlo ya que cuando entraba la tarta al salón donde se llevaba a cabo la celebración, los comensales comenzaron a salir en fila simulando que bailaba la conga, tras lo cual, los camareros comenzaron a escuchar el ruido del motor de los coches.

Aunque resulte sorprendente, no era la primera vez que utilizaban esa estrategia para irse sin pagar de un establecimiento, un mes antes miembros de esta misma familia habrían celebrado una boda y también se habrían ido sin pagar. 

Recientemente otro hombre fue detenido por hacer un simpa y enseñar el pene.

Consecuencias legales

Los»simpa», es decir, irse de un establecimiento sin pagar, tienen consecuencias legales, y podemos llegar incluso a proceder a la detención del sujeto.
La estafa requiere la concurrencia de tres elementos: engaño, ánimo de lucro y perjuicio o desplazamiento patrimonial.
El engaño ha de ser bastante, idóneo para la consecución del fin.

Es precisamente en ese perjuicio económico donde tendremos la separación entre el delito (más de 400 €) o el delito leve de estafa (400 € o menos).
Ahora bien, pensemos en esta diferencia: yo llego a una gasolinera, me ven y me abren el surtidor porque creen que voy a pagar tras repostar. O bien, llego a la gasolinera, y me sirvo yo directamente gasolina sin que nadie me active nada.

En el primer caso tendríamos una estafa, pues tenemos el engaño, mientras que en el segundo caso sería un delito de hurto, pues llegas y con ánimo de lucro, tomas las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño. En ambos casos, atendemos al importe para determinar si estamos ante el delito o el delito leve.
Pero ¿y si la persona tiene más de 3 condenas en ejecución por delitos similares? aquí se aprecia el tipo agravado del art. 250,8 CP, multa de 6 a 12 meses y prisión de 1 a 6 años, y por ello estaremos ante un delito de estafa, y agravado, procediendo a la detención en todo caso.