Llega el Otoño y con él la recogida de setas en el campo por muchas familias, que aprovechan para pasar un día en la naturaleza y recolectar estos frutos silvestres tan sabrosos.
Es por esto que hay lugares que se convierten en destinos turísticos en esta época del año, provocando la sobreexplotación de estos recursos naturales. Así pues, tan importante como conocer el tipo de setas que vas a recoger, es saber cómo conservar y proteger los hongos.
En algunos lugares es necesario incluso disponer de un carnet para poder recolectar este producto, o mantener por tiempo limitado el permiso para recogerlas, además de permitir un peso determinado por cada tipo de seta y persona.
Tenemos que llevar al campo una cesta de mimbre donde echaremos las setas que vamos recolectando, para que las esporas de los hongos caigan al suelo y contribuyamos a la repoblación. Otra cuestión fundamental es que no arranquemos de raíz el tallo, hay que cortarlo con una navaja.
Qué setas tenemos en León que no son venenosas
Dentro de las variedades más extendidas y de las que tenemos mayor cantidad, nos encontramos con:
Las que tenemos en la parte norte de la provincia, casi rallando con Asturias, tenemos la seta de San Jorge, que hay que esperar ya al mes de Abril para poder encontrarla. También podemos recoger parasoles, o barbudas, aunque estas últimas es muy complicado que las podamos encontrar.
También podemos recoger senderuelas, además de setas de cardo y boletus, junto con los níscalos y la seta de pie azul.
Para saber distinguir si son venenosas o no, los expertos en micología se fijan en tres cosas básicas, como son el sombrero, el himenio y el pie.
El himenio es la zona fértil de la seta, y es toda la parte interior del sombrero, y la mayoría de las setas venenosas lo tienen a láminas o a tubos. En cambio si lo tienen con aguijones o pliegues, no son venenosas. También te puedes fijar en el momento en que la rompes, si se parte en grano, o de modo fibroso. Es este último caso es como se parten las setas venenosas en su mayoría, aunque no es del todo fiable.
Las esporas también dicen mucho de las setas venenosas, ya que lo más frecuente es que sean de colores rosa y pardo. Aunque para ver realmente su color, deberías echarlas en un papel en blanco.