Ahora la mayoría de los españoles conocen qué es un plato de huevos rotos, pero antes de 1975 este platillo no estaba considerado como para estar en una carta de un bar o restaurante. No obstante, tras el hábito de una abuela al aprovechar los huevos que se le rompían, poniéndolos sobre las patatas, su nieto Lucio decidió añadirlo a su lista de recetas para incluirlas en su restaurante Casa Lucio. Esta combinación, que parece haber sido un accidente, se convirtió rápidamente en la estrella de los mesones madrileños, extendiéndose por todo el territorio.
Después de más de una década en pleno centro de Madrid, han pasado figuras muy relevantes de diferentes sectores, tanto nacionales como internacionales, tales como Chicote, Arnold Schwarzenegger o Tom Cruise, entre muchos otros, por lo que se ha decidido homenajear su carrera y dedicación. Asimismo, su receta de huevos rotos ha transcendido a nivel gastronómico, considerando el local como el kilómetro 0 de este ámbito en la capital.
El secreto que ha querido desvelar es simplemente encontrar el equilibrio perfecto, donde el huevo y la patata estén en su punto, es decir, hecho en su justa medida para que queden blandos y cremosos. La patata debe estar blanda y no frita del todo, así como el huevo no debe tener puntilla, sino que la yema esté cuajada, pero que se deshaga al romperla. Por el cuidado de todos estos detalles, se ha convertido en el pionero y todo un icono de la cocina, el cual apostó desde un inicio por los queridos huevos rotos de su abuela.
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