Cargar el móvil en público conlleva más peligros de lo que crees
Hoy en día, todos tienen un dispositivo móvil, el cual tiene una batería, extraíble o no, con una duración más o menos extensa. Si bien, suelen duran una media de 5 a 10 horas, están preparadas para, al menos, 500 cargas. Con la revisión de las empresas para evitar la temida obsolescencia programada, se busca que la batería dure más. No obstante, esta picaresca se está regulando, de modo que, en algunos modelos, la vida útil es más corta de lo normal, obligando a los usuarios a tener que buscar una alternativa para poder cargar el móvil, siendo la opción más utiliza y arriesgada la de los enchufes públicos.
En los centros comerciales, estaciones o aeropuertos pasan miles de personas diariamente, por lo que, a pesar de existir el servicio para cargar el móvil, existe un mayor riesgo al poder manipular estos espacios muy fácilmente. Por otro lado, las bibliotecas públicas están más vigiladas en este sentido, teniendo un personal de mantenimiento. Asimismo, otro gran peligro es que estos enchufes no estén en la condiciones adecuadas, suponiendo que el móvil se pueda recalentar más de lo recomendado y llegando a quemarse en algunos casos extremos.