La receta de empanada casera al estilo del pueblo es muy fácil de hacer y perfecta para salvarte cualquier cena o merienda, ¿la probamos?
Para comer empanada no hace falta que vayas a comprarla a la tienda, porque es tan fácil que te vas a sorprender. Además te sirve para cualquier merienda o cena, y recién hecha y calentita está buenísima. Con esta receta te queda la masa muy suave y sabrosa, y si te sobra, puedes congelarla, o hacer empanadillas.
En primer lugar templamos la leche para disolver en ella la levadura y lo echamos en un recipiente grande para poder mezclar todos los ingredientes. Después añadimos la sal, los huevos y los ingredientes líquidos (leche, aceite y vino blanco) para mezclar todo bien antes de añadir la harina.
Una vez que está todo bien mezclado, vamos añadiendo la harina poco a poco hasta que podamos amasarla en una encimera. Es importante amasar bien, y darle unos golpes a la masa para que quede más esponjosa y cuando haya reposado salgan ojos.
Amasamos bien hasta que se nos peque la masa muy poco, porque es preferible dejarla en este punto para que repose, y si es necesario añadir después más harina. La colocas en un recipiente y la tapas con un paño de cocina limpio en un lugar sin corrientes de aire. Cogemos un pellizco de masa y la ponemos en un vaso con agua, y cuando veas que ha subido y flota, ya estaría en su punto justo para hornear.
En una sartén ponemos la cebolla con aceite para que poche bien y después añadimos los pimientos picados y el tomate para que se haga bien el sofrito. Después estiramos la masa de la empanada cuando haya levado lo suficiente en una bandeja apta para el horno y ponemos dentro el sofrito. El resto de ingredientes los ponemos sobre el sofrito (aunque sea picadillo, no es necesario cocinarlo) y ponemos la tapa de arriba. Una vez que la has tapado, tienes que cerrar los bordes enroscando la masa, para que no se salga nada al hornearla.
Una vez que ya está cerrada, con un tenedor la pinchamos por arriba y pintamos con huevo para meterla al horno a 180 grados, previamente caliente. El tiempo de horneado depende del tamaño de la empanada, por lo que cuando veas que está lista por las esquinas, que suele ser lo más gordo, la puedes sacar.
Miguel Riesco
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