La cerveza en copa o jarra helada altera muchas propiedades de esta bebida que no va a ser igual que si la tomamos a su temperatura adecuada
La cerveza es la bebida por excelencia. Es una opción refrescante que los que la aman la tomarán con independencia de la temporada del año en la que estemos. Es un elemento que no falta en las neveras de muchos hogares y que con la llegada de las altas temperaturas es más demandada que nunca. Se puede tomar en lata, en botellín, en vaso, en jarra, etc. En 2020 los españoles consumieron una media de 50 litros.
La mayor parte de los consumidores habituales de está bebida optan por tomarla en una copa o jarra congelada ya que a priori parece que es la mejor opción para refrescarnos. Los expertos recomiendan todo lo contrario y aconsejan a los clientes de cerveza que para disfrutar de una buena cerveza dejen de lado los recipientes helados.
Hay una serie de problemas derivados de servir la cerveza en una copa o jarra congelada, especialmente si el espacio de refrigerio no es muy grande por lo que no estará a la temperatura adecuada. La misma cerveza varía en función de la temperatura, del tamaño, del formato y de la variedad. Beberla desde la lata o botella no nos dejará disfrutar de todos los aromas, pero por lo contrario, si optamos por una copa, ésta deberá estar a una temperatura no muy excesiva.
Es importante que al enfriar una jarra o copa no se haga en un congelador donde hay otros productos guardados, y así evitamos que se contagie de olores que van a estropear el momento de tomarnos nuestra ‘cervecita’. José L. Corral explica en su blog ‘cervezasfrías’ que «el hielo de la copa también altera la textura de la espuma». Haciendo esto, se puede convertir «una birra compleja en una cervecilla delgada y plana»
Temperatura ideal de la cerveza
Dependiendo del tipo de cerveza que se vaya a tomar, la temperatura de consumo varía considerablemente. Las cervezas lager se deben servir más frías que las Ale. Si son cervezas con más graduación, requieren mayor temperatura para apreciar los matices. En cuanto a las cervezas oscuras, estas necesitan más temperatura que las claras.