Henri Dunant, el fundador de la cruz roja
Henry Dunant nació el 8 de mayo de 1828 en Ginebra, de familia influyente, fue un hombre dedicado a los negocios. El 24 de junio de 1859 fue el día que el ejercito austríaco se enfrenta con el francés y el piamontés, estos negocios le llevan a estar muy cerca de Solferino. Esa noche hubo casi 40.000 muertos y Henry observó como los heridos quedaban desatendidos y morían. Ayudado por las mujeres de los pueblos cercanos, se esfuerza por socorrerlos sin distinción de uniforme ni de nacionalidad. Impresionado por este hecho en 1862 plasmó sus impresiones en el libro «Recuerdo de Solferino», en el que concibe la idea de crear sociedades de socorro en tiempo de paz «cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente cualificados para el trabajo».
Su idea fue recogida por un grupo de cuatro ciudadanos suizos pertenecientes a la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, que junto a Dunant fueron conocidos más adelante como «Comité de los Cinco»: Moynier, Dufour, Appia y Maunoir. Este comité impulsó las ideas de Dunant y dio origen en 1863 al Comité Internacional de la Cruz Roja. Con el apoyo del Gobierno suizo, este Comité organiza una conferencia diplomática el 8 de agosto de 1864 en Ginebra, en la que participan 24 representantes de 16 países europeos y observadores de los Estados Unidos.
Doce de estos Estados firmarán el primer Convenio de Ginebra para proteger a los militares heridos en campaña. La labor humanitaria y de pacificación de Henry Dunant fue reconocida en 1901 con el primer Premio Nobel de la Paz. Tras la Primera Guerra Mundial y con ocasión de la revisión de los Estatutos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se introdujo en dicho documento el primer enunciado formal de los Principios Fundamentales, que fueron la imparcialidad, la independencia (política, religiosa y económica), la universalidad del movimiento y la igualdad de los miembros que la componen.
El 8 de mayo se celebra por primera vez el Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en conmemoración a la fecha del nacimiento de Henri Dunant. En la XXV Conferencia Internacional del Movimiento, que tuvo lugar en Ginebra en 1986, se reafirmó la importancia de los siete Principios Fundamentales mediante su inserción en el Preámbulo de los Estatutos del Movimiento, así como también en nuevas disposiciones estatutarias que destacan la responsabilidad de las Sociedades Nacionales en lo que atañe al respecto y difusión de los mismos.
En la actualidad los principios sustanciales (Humanidad e Imparcialidad) y derivados (Neutralidad e Independencia), nacidos y definidos en el seno del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja, han adquirido una nueva dimensión con el Reconocimiento por la Asamblea General de las Naciones Unidas como consustanciales a la acción humanitaria; es decir, ninguna actividad de ayuda debe llevar el calificativo humanitario si no se realiza conforme a estos cuatro principios. Este reconocimiento se consagra en dos resoluciones de la Asamblea General.