La vainilla y su relación con los castores
La vainilla es una especia muy apreciada en todo el mundo, conocida por su delicioso sabor dulce y aroma cálido y floral. En un principio, se obtiene de las vainas de la orquídea Vanilla planifolia, una planta originaria de México, aunque ahora se cultiva en muchas partes del mundo. Mediante un proceso no muy complejo, pero largo, se va desarrollando una esencia única muy característica, por la que apuestan, sobre todo, en repostería.
Debido a su delicada elaboración a mano, es habitual que muchas fábricas busquen otras alternativas más económicas, de modo que hay derivados artificiales que buscan replicar su sabor. No obstante, algunos métodos sustituyentes tienen una procedencia un tanto desagradable. Entre ellos, el castóreo es un compuesto químico obtenido sintéticamente de las glándulas castóreas, ubicadas cerca del ano de los castores. Si bien, esta sustancia suele utilizarse en el reino animal para marcar territorio, la realidad es que para conseguirla, se debe dañar al individuo, por lo que estos últimos años ha disminuido su uso.
Los productos que utilizan el castóreo son aquellos que contienen la descripción de ‘sabor natural a vainilla‘, muy común en la industria alimentaria y de perfumería.