En pleno concierto y delante de más de un millar de personas que llenaban la plaza Mayor. Así fue como el gaitero Daniel Mariño Gorosabel le pidió la mano a su compañera de banda Lucía Caicoya Meizoso, hace sólo unos días. Ambos pertenecen a la Banda «Villa de Xixón».
«Al principio sólo pensaba en matarlo, aunque la verdad que el momento fue perfecto por todo lo que supone la banda para ambos», asegura la prometida.
«Sólo sabíamos lo que iba a ocurrir Dani y yo. Antes del penúltimo tema cogí el micrófono para agradecerle a la banda el esfuerzo, poniendo a Dani y Lucía como ejemplo porque ellos se vienen de Madrid casi todos los fines de semana para ensayar. Entonces, le di el relevo a Dani y se lanzó. El público empezó a llorar y a aplaudir y nosotros les empezamos a tocar un bolero», cuenta el director del momento vivido el pasado domingo en la plaza Mayor gijonesa.
Aunque la pedida duró tan solo unos minutos, Daniel admite que «llevaba preparándolo como un año» y quiso que fuera «una sorpresa para todos».
Por supuesto, para la novia, que «no sospechaba que se fuera a lanzar allí en medio», y eso que él le había dicho en su día que «el momento en que le pidiera matrimonio sería en un sitio significativo para ambos y sorprendente. Creo que eligió muy buen momento y lugar». Y así, «lo que la banda ha unido dure para siempre», proclama José Luis García.