Las pastillas de yodo se han convertido en uno de los productos más demandados por el temor a una guerra nuclear
¿Qué son las pastillas de yodo? ¿Para qué sirven? Son algunas de las preguntas que entonan, día tras día, muchos de los españoles preocupados por un hipotético inicio de una guerra nuclear orquestada por una Rusia que podría poner fin al mundo tal y como lo conocemos. Las pastillas de yodo se han puesto de moda y es que, las farmacias están prácticamente «sin stock» ante un panorama poco esperanzador para el ciudadano de a pie, que al fin y al cabo tiene miedo a un posible ataque nuclear.
La «fiebre por el yodo» así es cómo se está denominando a esta demanda extrema de unas pastillas cuya función principal es controlar la glándula tiroidea en pacientes que sufren de hipotiroidismo. Esta creciente necesidad de la población por tener pastillas de yodo en su despensa está ocurriendo alrededor del globo terráqueo, no solo en los países que se encuentran más cercanos al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
La realidad es que, muchos países como Dinamarca, Polonia, Rumania e incluso los países bálticos llevan meses abasteciéndose de pastillas de yodo con la esperanza de salvarse aunque Vladimir Putin decida lanzar un ataque nuclear en algunos de los territorios colindantes a Rusia. Pero parece ser que las pastillas de yodo no nos salvarían de un escenario tan catastrófico como lo es este, y aquí os contamos el por qué.
Por qué las pastillas de yodo no serían la «panacea» en un ataque nuclear
Las pastillas de yodo no nos salvarían de un ataque nuclear y mucho menos de una guerra de este estilo. Dicho medicamento previene la absorción del yodo radiactivo, evitando que la tiroides se dañe ante la exposición radioactiva, pero tomarlas sin una determinada prescripción medica puede provocar efectos irreversibles en la salud.
Tomar pastillas de yodo sin necesitarlo puede llevar a la persona que lo haga a sufrir una intoxicación severa donde la glándula tiroidea puede dejar de funcionar teniendo en cuenta la importancia que tiene en nuestro cuerpo. Además de que, dichas pastillas que hay en cualquier farmacia española no serviría ante un ataque nuclear.