Después de hacer esta masa de pizza de garantizo que no querrás otra, porque además de sabrosa queda esponjosa y a la vez crujiente. No volverás a pedir ni a comprar más pizza porque te va a encantar. Además, con solo cuatro ingredientes y súper sencilla de elaborar.
Lo primero que tenemos que hacer es poner la levadura junto con el agua templada y mezclar bien, al menos un minuto. Después añadimos la harina de fuerza y la sal, y amasamos bien. Aunque la masa se pegue un poco no añadas más harina, porque te quedará dura a la hora de hornearla.
Déjala reposar en un bol tapada con film transparente, al menos una hora, en un lugar templado alejada de corrientes de aire.
Después la colocas en la bandeja que la vayas a hornear, y le pones los ingredientes que más te gusten. En nuestro caso lleva una base de tomate frito, orégano seco y queso rallado. Encima unas lonchas de tomate natural, bacon y pechuga de pavo cortada en tacos.
Una vez que has colocado tus ingredientes favoritos, es hora de meterla al horno unos 10 minutos a 180 grados. Aunque depende del grosor y los ingredientes que hayas puesto. Te recomiendo que no la dejes mucho rato para que esté más esponjosa.
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