La inédita escena de un señor de 74 años al ir a un restaurante de lujo por primera vez
La principal diferencia entre un restaurante de lujo y uno normal radica en la experiencia y la calidad que estos ofrecen al consumidor. Si bien, el sabor de la comida es esencial en este sector, el origen de los ingredientes, la forma de cocinarlos y emplatarlos, así como otra serie de aspectos como la decoración o ubicación del lugar, conforman un conjunto de características por las que los expertos denotan que es un sitio ‘lujoso’.
Un hombre de 74 años fue invitado junto con su mujer por unos antiguos amigos a los que hacía años que no veía. Estos eligieron un restaurante de lujo para celebrar el reencuentro, aunque tal fue la sorpresa de sus colegas cuando Juan Manuel no pidió nada de la carta a excepción de una copa de vino tinto. Extrañados le preguntaron si no tenía hambre o si tenía algún problema de salud que le impidiese comer los platos del lugar, cosa que negó reiteradas veces, aludiendo a que no se iba a gastar el dinero para no comer; puesto que en estos establecimientos solo te iban a poner una mísera cantidad de alimentos, por lo que había decidido llevar su propio tupper de casa con comida preparada.
Ante la inédita situación, el resto de comensales del restaurante de lujo, así como sus trabajadores se quedaron atónitos e intentaron hacer que el hombre entrase en razón y probase los platos, cosa que no sucedió.