Los shorts ‘antiviolación’, como han sido bautizados están confeccionados con materiales resistentes a cortes y estirones, con refuerzo especial en la zona de la ingle. Además, están provistos de cuerdas que fijan la cintura y las ingles, y dificultan que el pantalón pueda ser bajado con facilidad. A lo que se suma un candado con numeración, que completa la seguridad.
Por otra parte, los pantalones también cuentan con una alarma de 130 decibelios que se activa automáticamente si detecta que los pantalones están siendo manipulados a la fuerza. La usuaria también puede activar manualmente esta alarma.
El invento es una idea de la corredora popular alemana Sandra Seilz, quien fue víctima de un intento de acoso sexual, del que escapó con la ayuda de un transeúnte que pasaba cerca en el momento de los hechos. Asegura que desde entonces había estado pensando la manera de evitar más casos de violaciones de mujeres mientras practican running, dando como resultado esta prenda. El short está siendo comercializado vía online en Alemania, donde la creadora asegura tener “una altísima demanda”, según recoge la publicación online CasoAislado.