La Tierra está en continuo cambio y transformación. Buena parte de ello son los habituales terremotos que, casi sin percibirlo, están cambiando y modificando la capa terrestre. Entre los procesos geológicos que se están llevando a cabo uno de los más llamativos está teniendo en África. Este continente presenta una gran herida que llegará a formar un océano. Se trata de una grieta subterránea de 3.500 kilómetros de largo que divide en dos al continente.
Su nombre es el Rift de África Oriental y comenzó a formarse hace 30 millones de años. Momento en el que se partió la placa africana en dos, por un lado la placa somalí (más pequeña) y, por otro, la placa nubia de mayor tamaño.
La herida visible
La grieta atraviesa varios países, tales como Malawi, Mozambique, Tanzania, Zambia, Burundi, Ruanda, Uganda, República Democrática del Congo, Kenia y Etiopía.
Ya a simple vista se puede ver como avanza esta grieta en una ruptura imparable. Hay grandes acantilados que evidencian la separación continental. Además, es posible encontrar un suelo cubierto de rocas volcánicas por el adelgazamiento de la litosfera y el ascenso de magma del manto.
El caso más destacado tuvo lugar en 2018 cuando una grieta de varios kilómetros se abrió en la superficie, justo en la zona del Rift, en el suroeste de Kenia. Este h hecho provocó el derrumbe de parte de la carretera de Nairobi-Narok. Aunque algunos expertos afirmaron que se debía a la erosión del suelo por lluvias, otros geólogos afirmaron con rotundidad que se debía a la separación de las placas.
El caso es que las placas africanas se están separando a un ritmo de 7 milímetros por año, así lo confirmó un estudio de 2004. Lo que significa que la división del continente no es inminente y todavía llevará varios millones de años.