Todos estábamos expectantes a la gran boda de la serie más famosa de los últimos tiempos: Juego de Tronos. Una boda que sabíamos que saldría en todas las portadas y que tenía que tener el mismo nivel que la serie que los unió, y así ha sido. El enlace ha traspasado los siete reinos y Poniente, llegando hasta el castillo de Wardhill.
El bonito romance que conquistó a muchos aficionados de Juego de Tronos era el de Ygritte y Jon Nieve, amor que acabó en desgracia y que pensábamos que no volvería a dejar al bastardo de los Stark volver a sonreír, pero claro, eso era ficción. Ahora esa fantasía que traspasó las pantallas, les ha llevado a darse el sí quiero.
Kit Harrington y Rose Leslie se comprometieron el verano pasado para, un año después, pasar por el altar en la capilla Rayne de Aberdeenshire, en Escocia, de donde es ella. Pero la boda necesitaba el lugar ideal, el lugar donde tenía que darse una boda digna de la casa Stark, aunque en la realidad es de la familia de Rose: el castillo familiar de Wardhill, perteneciente a la familia de la novia y donde reside ahora el hermano de ésta.
Los dos personajes iban vestidos espectaculares, mucho mejor que sus personajes, logrando así su propósito: que la boda no fuese una auténtica boda de la serie, ya que su amor es real aunque comenzase rodando una ficción. Aún así el castillo y los actores que interpretan a los personajes de Juego de Tronos, a todos los espectadores que nos encontramos a la espera de la entrega de la última temporada, la nostalgia nos ha hecho creer que todo sucedía entre los siete reinos y más allá del muro.
La primera fila de sus invitados estuvo completa por sus compañeros de Juego de Tronos. Pudimos ver a Emilia Clark (Daenerys), Peter Dinklage (Tyrion Lannister), Maisie Williams (Arya Stark) y Sophie Turner (Sansa Stark), entre otros.
Fotografías de los invitados