Que había expectación por el estreno de la temporada 8, y última, de Juego de tronos estaba muy claro. Los servidores de HBO Latinoamérica y los de Europa (incluidos los de HBO España) se cayeron ayer por la mañana ante el intenso pico de tráfico que recibían para ver ese primer capítulo, Invernalia, y se esperaba que la audiencia en Estados Unidos de ese episodio fuera de las más altas en la historia de la serie. Así ha sido.
Más de 17 millones de espectadores vieron el domingo por la noche el regreso de Juego de tronos. Es un nuevo récord para la serie, superando en cerca de un millón de espectadores la audiencia del estreno de la séptima temporada y mejorando también los casi 17 millones que vieron el último capítulo de aquella entrega. Lo interesante, sin embargo, es comprobar el reparto de esos espectadores entre emisión lineal y streaming.
Según la propia HBO, la actividad en sus apps HBO Go y HBO Now fue la más alta registrada en su historia y, de hecho, algo más de cinco millones de personas vieron el episodio en streaming o en alguna de las dos repeticiones que hizo el canal. La emisión en directo fue seguida por 11,8 millones de espectadores, ligeramente inferior a los datos del final de la temporada 7.