La impresionante transformación de un hombre en calavera es algo que no todo el mundo puede comprender, ya que no es común, aunque como vamos a ver es el sueño de alguien.
Eric Yeiner Hincapié Ramírez, o Kalaca Skull, como le gusta que le llamen, comenzó a transformarse en una calavera justo cuando falleció su madre, cuando él tenía 12 años.
No lo hizo antes, no por ganas, sino porque a su madre no le gustaba esta idea, y él decidió respetar ese deseo, ya que estaban muy unidos y no quería provocarle un disgusto.
Ha pasado en varias ocasiones por el quirófano para ser lo más parecido posible a una calavera, utilizando anestesia solo cuando utilizan el bisturí, porque le gusta ser consciente en el proceso.
Tiene la lengua bífida y tatuada, se cortó las orejas y la nariz, y también la queratopigmentación, aunque quiere volver a hacerla para tener las córneas más negras.
Los implantes de los pómulos y en la parte superior de la cara son otras de las intervenciones por las que ha pasado, y está pensando en muchas otras.
Las imágenes de Kalaca Skull o el hombre calavera
Tiene en mente quitarse el ombligo y ponerse otro implante en la barbilla, quitarse el dedo anular, las tetillas, ponerse los dientes de punta para ser como la mismísima parca.
En la actualidad es un reconocido tatuador en su ciudad natal de Colombia, que cuenta con millares de seguidores en sus redes sociales que buscan parecerse a él y a la muerte, que Kalaka tanto venera.
«La idea de la lengua fue porque soy amante a las culebras. Me gustan mucho las culebras como se ven. Me gustaría tener una de mascota. Sí, me gustan las culebritas, lo más lindo», dijo en entrevista con CNN en Español.
Con cada tatuaje y modificación que hace en su cuerpo, busca el objetivo de acercarse más a la muerte, y dedicárselos a su mamá para algún día estar al lado de ella, contaba en una entrevista para CNN España.
Desde que empezó su transformación, ha tenido que enfrentarse al rechazo de muchas personas que le tienen miedo por su aspecto físico, aunque también hay otras que lo admiran.
También es una persona como otra cualquiera, que busca formar una familia, tener hijos y un hogar, y esperar la muerte para mirarla cara a cara y ver su reflejo como si de un espejo se tratase.