Las fobias son un tipo de trastorno de ansiedad que se basa en un miedo grande e irracional de cosas cotidianas que no representan ningún peligro real en la vida, o, al menos, conllevan muy poco riesgo. Pero la fobia no es sinónimo de miedo, ya que el miedo es una emoción primigenia que se origina cuando percibimos un peligro real. En cambio, la fobia es un trastorno psicológico que se produce cuando percibimos un miedo que no es real del todo. Hace poco os hablamos de la tripanofobia, uno de los motivos por los que muchas personas no se quieren vacunar, pero también de la misofonía y de la misokinesia, dos curiosos trastornos neurológicos que tienen mucho de fobia.
Existen infinidad de fobias, de muy variada índole, que afectan a muchas personas en el transcurso normal de su día a día. Actualmente se han registrado casi 500 fobias, por lo que es probable que gran parte de la población padezca algún tipo de fobia y quizás no lo sepa. Hay fobias más conocidas como la fobia a las serpientes, las arañas, la sangre o a montar en avión pero también hay algunas que plantean problemas sociales como la xenofobia o la homofobia.
Existen curiosas fobias a algunos números, sobre todo al número 13 y al número 666. El número 666 ha sido tradicionalmente asociado al demonio o diablo mientras que el número 13 ha sido considerado como el número de la mala suerte. La fobia al número 666 recibe el nombre de hexakosioihexekontahexafobia, la fobia relacionada con el número 13 se llama triscaidecafobia y la fobia al viernes 13 es la parascevedecatriafobia.
El color amarillo es verdad que tampoco ha tenido muy buena prensa desde muy antiguo, ya que se creía que daba mala suerte, y de hecho los artistas o los personajes de televisión normalmente lo han evitado. Esta fobia recibe el nombre de xantofobia y las personas afectadas con esta fobia no pueden soportar el color amarillo pero ni siquiera el sol o la pintura amarilla, ya que les produce bastante ansiedad.
La crometofobia o la crematofobia es la fobia al dinero, es decir, las personas que padecen este trastorno le tienen fobia a las monedas, billetes y, en general, al pago en efectivo. Este trastorno suele originarse en personas que han tenido malas experiencias relacionadas con el dinero, ya sea por su obsesión por conseguir dinero o porque han sufrido graves consecuencias como secuestros o robos.
Las personas que sufren somnifobia tienen mucho miedo a quedarse dormidas, ya que les produce mucha ansiedad pensar que durante la noche cuando estén inconscientes van a dejar de respirar, se les va a parar el corazón o incluso van a morir. También a mucha gente le da pánico dormir porque es propensa a tener pesadillas. Las personas con esta fobia suelen padecer problemas de insomnio.
Las personas con ombrofobia, que es la fobia a la lluvia, no soportan que llueva y tampoco ser mojadas con el agua de la lluvia. Se vuelven obsesivas con los objetos que evitan el agua de la lluvia, como por ejemplo, los paraguas, los impermeables, los toldos o incluso los coches para no tener que ir andando bajo la lluvia. Esta fobia es de las menos conocidas pero hay personas que la padecen.
La hipopotomonstrosesquipedaliofobia es una palabra tan rara como la propia fobia que describe. Las personas que la padecen le tienen fobia a las palabras largas y complicadas, sobre todo al pronunciarlas. Estas personas intentan a toda costa evitar usar estas palabras y por eso viene acompañada de aislamiento social por miedo a quedar en ridículo en público. Para definir esta fobia también se utilizan estos sinónimos: largsofobia o sesquipedaliofobia.
Las personas que le tienen fobia a los ombligos, llamada omfalofobia, no soportan ver, y mucho menos tocar, ningún ombligo, ni siquiera el suyo propio. De hecho, les cuesta ir a piscinas o playas porque tienen que ver muchos ombligos, incluido el suyo. Incluso a la hora de bañarse en su casa les cuesta ver o lavar la parte del ombligo. Estas personas suelen sentir enfado, náuseas, mareos e incluso vómitos.
La hilofobia es la fobia a los árboles, una de las fobias más raras que existen. No solamente le tienen fobia a los árboles, sino también a los arbustos y a los bosques en general. Suele desarrollarse durante la infancia pero muchas personas la mantienen también durante la etapa adulta. Se origina cuando los niños ven películas con bosques encantados, en los que hay seres malvados como brujas o monstruos.
La fobia hacia las barbas de los hombres recibe el nombre de pogonofobia. Muchas personas tienen fobia a las personas que tienen barbas, sobre todo barbas muy largas y pobladas. Es una fobia totalmente irracional que ellos perciben como un peligro real y por eso se ponen en alerta. Además de miedo, estas personas que sufren esta fobia también sienten náuseas al ver hombres con mucha barba.
La papafobia es la fobia al Papa, al Vaticano y a todo lo que tenga que ver con ello. También guarda relación con la fobia hacia los santos o hacia todo lo que sea sagrado para una religión o creencia, normalmente la cristiana o la católica concretamente. Lo mejor es mantenerse alejado del Papa, del Vaticano, de las iglesias o de la Semana Santa para evitar altos niveles de ansiedad.
Franco Dávila
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