La tecnología llega con fuerza y sin miedo a cambiar nuestra realidad. Sin pausa, llegan nuevos sistemas y formas de vivir sin que apenas nos hayamos acostumbrado a convivir con los viejos.
El Big Data domina nuestro entorno recapitulando datos sobre nuestros comportamiento, lo que ha provocado diferentes reacciones en nuestra sociedad.
Desde el último escándalo de Facebook con el que hemos comprobado cómo nuestra intimidad está seriamente desprotegida, la reputación del Big Data se ha visto muy perjudicada. Si embargo, vivimos en una realidad dominada por la inmediatez, por lo que la recopilación de datos es una herramienta infalible para satisfacer gran parte de nuestras necesidades.
El Big Data nos permite recoger datos con la rapidez necesaria para tomar las decisiones que requiere nuestra sociedad actual. Gracias a ella, podemos recopilar datos infinitos sobre las preferencias y gustos de los usuarios, lo que ayudará a que las empresas sepan el camino a seguir para satisfacer nuestras necesidades.
Este aumento de la velocidad de elaboración del producto deseado, provocará una inevitable disminución de los gastos, factor que también repercutirá en los consumidores. Los datos recogidos, además, permitirá la realización de una mayor segmentación de los usuarios, lo que podrá ser usado por las empresas para ofrecer, exactamente, lo que quieren sus clientes. Este hecho ayuda a construir una infraestructura de servicios eficiente, rápida y eficaz que se adapta a los ritmos intrépidos de la nueva sociedad de la tecnología.
Pero lo que parece que es solo una solución pensada para satisfacer al corporativismo y al crecimiento empresarial, denominado por algunos como el nuevo petróleo, la realidad es que el Big Data también ofrece información muy valiosa que traerá ventajas para el usuario común.
La velocidad, variedad y volumen son las tres palabras clave que acompañan al Big Data. Un buen uso de estos tres términos nos ayudará a resolver problemas que nos afectan a todos, como las catástrofes naturales o los tratamientos contra el cáncer. La gran cantidad de información que se recogió sobre el comportamiento de los afectados del terremoto en Haití del 2010, en los que se recopiló datos sobre los movimientos humanitarios y las consecuencias del desastre, ayudó a gobiernos y ONG’s a ofrecer una ayuda más eficaz. En ese sentido, además, las informaciones recogidas ayudarán a poder conocer mejor el comportamiento atmosférico para prevenir nuevas catástrofes.
La oncología también ha reconocido al Big Data como una herramienta con la que se podrá avanzar en la lucha contra el cáncer. La recopilación de información sobre los diferentes tipos de tumores y su comportamiento ayudará a realizar un diagnóstico más personalizado de la enfermedad, lo que repercutirá positivamente tanto en la recuperación del paciente como en la reducción de los costes sanitarios. La colaboración y el uso inteligente de los datos romperán las barreras que presenta el sistema sanitario tradicional, y eso será una ventaja al favor de todos.
La educación también se ha visto tocada positivamente gracias a la recogida de datos que nos informan de qué formas de aprendizaje han dado mejores resultados o cuándo es el mejor momento para tratar un contenido determinado en el aula. En ese sentido, la variedad de informaciones recogidas nos mostrará de manera general las formas más efectivas para enseñar un tema en concreto o personalizar un tipo de ejercicios para un alumno en particular. Las escuelas AltSchool trabajan con la recogida de datos de los estudiantes, permitiendo individualizar la enseñanza para que cada estudiante pueda realizar un aprendizaje óptimo y alcanzar los mejores resultados.
El Big Data también se cuela en los Recursos Humanos para ayudar a encontrar al mejor empleado. La tecnología está cambiando en profundidad el panorama laboral, y la búsqueda y retención del talento se ha convertido en el objetivo imprescindible de las compañías. Las plataformas digitales permiten la recopilación de datos para conocer los intereses de los empleados, sus aspiraciones laborales y su flexibilidad ante nuevos retos profesionales, lo que permite el reclutamiento y la retención de los mejores.
El ocio también ha recibido al Big Data con las manos abiertas. Los juegos de internet son una fuente de recopilación de datos de comportamiento de los usuarios que las compañías recopilan para ofrecer una mejor experiencia para los jugadores y, así, aumentar su fidelidad. El uso que se haga de los juegos en las diferentes plataformas sirve de gran ayuda para definir las nuevas tendencias y las nuevas propuestas del futuro que ayuden a satisfacer las preferencias de los consumidores.
El mundo del deporte ha sido otro de los sectores favorecidos por la recopilación de datos. En un único partido se pueden capturar hasta 8 millones de anotaciones diferentes que pueden dar pistas sobre en qué circunstancias hay más posibilidades de marcar un punto o de qué manera puede influir el lenguaje corporal del deportista en sus posibilidades de conseguir la victoria. Además, el Big Data puede medir la forma de juego de cada deportista para poder seleccionar al más conveniente en cada tipo de partido.
Pero el gran cambio que se aproxima, gracias al Big Data, es el fin de la comunicación de masas. Los medios de comunicación podrán tener acceso a nuestras preferencias en la búsqueda de información para adaptarse a nuestras exigencias y ofrecernos exactamente lo que buscamos. En ese sentido, se abre una puerta en la que usuarios y medios ofrecen un contrato de confianza donde unos dejarán que se recopilen los datos sobre su comportamiento para permitir que los otros puedan ofrecerle un servicio más eficaz.
Digital de León