Su carrera se ha desarrollado principalmente en televisión. Se hizo conocido para el gran público a partir de su trabajo en Aquí no hay quien viva, serie de televisión emitida por Antena 3 entre 2003 y 2006, en la que interpretó el papel de Mariano Delgado, padre de Emilio, interpretado por Fernando Tejero, el portero del edificio.
También participó, entre 2007 y 2013, en su serie derivada La que se avecina, en la que interpretó a Máximo Angulo, que primero fue portero del edificio Mirador de Montepinar, y después camarero del bar Max & Henry. Abandonó la serie debido a que estaba agotado tras 10 años de trabajo ininterrumpido.
En febrero de 2015 se incorporó a la serie diaria Gym Tony, que emitió Cuatro, en el papel de Juanito, un ex futbolista venido a menos.
Desde 2009 había mantenido una relación sentimental con su novia Jessica, que es 37 años menor que él, pero en 2016 el actor confirmó la separación.
El actor pasó por Sábado Deluxe, e inició la entrevista afirmando que “Jessica y yo cortamos hace un año. Estuvimos siete años y pico juntos, pero ella tenía que continuar su camino“, aunque ha asegurado que “sigo teniendo contacto con ella y su familia“.
El intérprete ha relatado que “yo no tenía problemas con la edad, pero ella no estaba preparada para las críticas“; anécdotas ha contado muchas, como que “íbamos por la calle y me decían si era mi hija. Yo contestaba que no, que era mi nieta“.
En cuanto a su paso por las series de Alberto y Laura Caballero, Eduardo ha contado que “en La que se avecina estábamos quince días para grabar un capítulo de hora y media“, aunque también ha comentado que “en Aquí no hay quien viva estuve hasta 24 horas rodando. Me acuerdo de que en invierno descapotaba el coche para poderme despejar de camino a casa“.
“Llevaba diez años de éxito con las dos series, y necesitaba descansar, porque sino, iba a petar.”
Pero la entrevista no solo se ha centrado en el presente, ya que Gema Lópezle ha preguntado por su primera mujer, sobre la que Eduardo ha contado algo escalofriante:
“Me abandonó con mi hijo recién nacido. Me levanté y el niño estaba llorando, y vi una nota en la nevera. (…) No nos llevábamos mal, pero la situación económica no era buena.”