Estas son las cosas que deberías saber de la miel

Estas son las cosas que deberías saber de la miel

La miel no tiene todas las propiedades que te han contado desde que eras un niño, pero tampoco es tan mala como algunos la pintan.

Las abejas son las creadoras de este producto tan natural y necesario, que para algunos es un producto de primera necesidad. Hay personas que le atribuyen propiedades adelgazantes e incluso sanadoras, pero nada más lejos de la realidad.  

La miel y las propiedades nutricionales

Hay nutricionistas que aseguran que la miel no es mucho mejor que el azúcar, mientras que en otras ocasiones nos recomiendan sustituir una por otra. En el caso de las personas diabéticas, los especialistas recomiendan eliminar su consumo de la dieta definitivamente.

La Organización Mundial de la Salud, ha clasificado el azúcar existente en la miel, como azúcares libres. Esto quiere decir que como mucho solo se podrían tomar 25 gramos al día de este producto.

Las propiedades medicinales

Cuando estamos resfriados, lo que hacemos es tomar una cucharada de miel para suavizar nuestra garganta,y tomar un vaso de leche caliente con este remedio natural. También hay quien dice que una cucharada en ayunas con polen de abeja, refuerza nuestro sistema inmunitario. 

Los pediatras no recomiendan que los menores de doce años la tomen, puesto que puede producir botulismo. Esto podría suceder en el caso que estuviera contaminada con esporas de Clostridium botulinum. 

¿Cuál es la mejor miel y en qué forma debemos consumirla?

La miel pura es la mejor forma para consumirla, puesto que está sin manipular, a diferencia de las industriales. Por este motivo, lo mejor es acudir a los productores locales a comprarla, y así tendremos la certeza de que es la mejor opción para nosotros. 

Una forma de saber si este producto es totalmente natural, sería comprobar que una vez que la tenemos en casa una temporada, se queda totalmente sólida. Lo que tenemos que hacer para consumirla sin adulterar sus propiedades, es derretirla al sol. Nunca al baño maría, puesto que la podemos estropear por ese cambio tan brusco de temperatura.