Aunque nos parezca increíble, hubo un tiempo en el que llamar «subnormal» era políticamente correcto. Incluso el calendario con un Día del Subnormal, hasta bien entrada la década de los 80 era la norma. En aquel entonces se llamaba «subnormal» a las personas con discapacidad y no pasaba nada, era la forma extendida y aceptada por toda la sociedad e instituciones. Todo era así natural y normal.
En esta época era frecuente leer titulares como ‘Uno de cada 600 nacidos en mongólico’. Se extendían las asociaciones de subnormales y el Gobierno desarrollaba políticas para subnormales. Algo que ahora nos puede parecer incomprensible.
Hoy en día, el término subnormal es un insulto y nos puede parecer un chiste que hasta hace algunos años hubiera un Día del Subnormal, pero lo había. El 26 de abril era el Día del Subnormal.
En 1965 se celebró el primer Día del Subnormal. Esta fecha se eligió por ser la del primer aniversario de la Federación Española de Asociaciones Protectoras de Subnormales.
Con el tiempo todo cambió. La importancia del lenguaje primó para defender los derechos de las personas con minusvalía. Entonces la palabra subnormal pasó a ser un insulto en lugar de una condición.