Las desconocidas ciudades más artísticas de Europa
A la hora de planear una escapada urbana por Europa, mucha gente evalúa una serie de pros y contras de todo tipo, ya sea, buscar los mejores hoteles, restaurantes y actividades son algunas de las prioridades más comunes, pero no podemos olvidar el trasfondo artístico y cultural.
El arte, el diseño, la arquitectura y la cultura marcan en muchos sentidos la forma de conocer un lugar. Con la nueva ola de museos, galerías de arte, tours culturales y arquitectónicos e iniciativas artísticas de todo tipo que están surgiendo por las capitales europeas, cuesta decidirse por una u otra ciudad, ya que, todas cuentan con grandes atractivos turísticos.
Lyon, en Francia
Lyon posee una gran oferta artística que no tienen otras ciudades Francesas. En el Museo de Bellas Artes de Lyon no solo se pueden ver obras históricas de artistas como Gerard David, Peter Paul Rubens y Simon Vouet, sino también otras más contemporáneas, además de una amplia colección de artefactos egipcios.
Por otro lado, Lyon en otoño se llena de color, y no solo por la hoja de los árboles: durante cuatro semanas, el festival Peinture Fraîche inunda la ciudad con una celebración por todo lo alto del graffiti y del arte callejero y contemporáneo.
Helsinki, en Finlandia
La capital de Finlandia es muy desconocida para los Europeos debido a su clima frío y a sus largos días y noches dependiendo de la época del año que vayas a la ciudad, con lo cual, la herencia cultural y artística pasa desapercibida por muchos. Hay varias galerías y museos muy bien surtidos, como el museo de arte moderno Kiasma y el Museo de Arte Sinebrychoff, además de elementos arquitectónicos destacables como la Estación Central de Helsinki, un edificio del siglo XX, y la capilla de Kamppi.
Puedes ver la mayoría de estos lugares de interés con un tour guiado de la ciudad, pero si de verdad quieres conocer el motivo de que Helsinki haya acabado en el octavo puesto de esta lista, tendrás que ir en verano. Todos los años, el Helsinki Festival, el mayor festival artístico de los países nórdicos, llena la ciudad de música, danza, exhibiciones y mucho más.
Milán , en Italia
No se puede negar la influencia de Milán en los círculos de la moda europeos y de arte de muchas otras ciudades del país. Las semanas de la moda atraen a toda clase de personalidades del mundo del diseño a esta ciudad italiana todos los años con programas llenos de desfiles y eventos de altura.
Aunque las pasarelas ya atraen interés con sus llamativas creaciones de prestigiosos diseñadores, los edificios históricos de Milán tienen su encanto propio y sus galerías contienen algunas de las obras de arte más emblemáticas del mundo. Se pueden ver algunas de Botticelli, Raphael y Da Vinci, entre ellas La última cena, el fresco del Museo Cenacolo Vinciano.
Los grandes arquitectos de la historia, los artistas de todos los tiempos se concentran en esta preciosa ciudad que embelesa solo con ver sus calles y toda la cultura que emanan.
Oslo, en Noruega
La capital noruega es bien conocida por su invierno muy largo y frío, pero antes de sumirse en él, se ilumina una vez más a lo grande con el festival Fjord Oslo. Al final del otoño, el paseo marítimo Havnepromenaden se transforma en una fascinante muestra de arte lumínico al aire libre y para todos los públicos. Antes de eso, en septiembre, es el Oslo Art Weekend, un evento lleno de arte contemporáneo, exposiciones pop-up, charlas y demás actividades.
Aunque buena parte del atractivo de Oslo son sus festivales, hay entretenimiento cultural de sobra todo el año: el Nasjonalmuseet cuenta con buena cantidad de interesantísimas exposiciones y colecciones.
Edimburgo, en Escocia
La colección The National Galleries of Scotland es uno de los motivos por los que Edimburgo se lleva el cuarto puesto de la lista. Esta colección de galerías en pleno corazón de la capital escocesa contiene más de 120.000 cuadros y objetos, entre ellos algunos de Vincent Van Gogh y John Singer Sargent, repartidas en cuatro secciones: Modern One, Modern Two, National y Portrait.
Gracias a su milenaria historia, la arquitectura de Edimburgo no tiene parangón. Paséate por la fortaleza del castillo, echa un vistazo al Palacio de Holyroodhouse y admira la ciudad desde la colina Arthur’s Seat cuando el tiempo acompañe.