El «primer británico moderno» tenía un aspecto bien distinto al estereotipo actual: según anunció hoy en Londres un equipo de investigadores tras un estudio de ADN, su rostro era angulado, su piel marrón oscura o incluso negra; sus ojos, de un azul intenso, y su pelo, oscuro y rizado.
El anuncio es el resultado de una análisis de ADN del «Hombre de Cheddar», cuyos orígenes se remontan a hace unos 10.000 años. Se trata del esqueleto completo más antiguo que se haya encontrado en las islas británicas y debe su nombre a que fue hallado en una cavidad de la Garganta de Cheddar, en el suroeste de Inglaterra, en 1903.
Hasta ahora, se pensaba que el llamado «Cheddar Man», tenía la piel mucho más clara. Pero según expertos del Museo de Historia Natural de Londres y el University College London, no era así.
El equipo encabezado por el especialista en ADN Ian Barnes trepanó el cráneo para extraer ADN del polvo de hueso. La reconstitución fue posible gracias a dos factores: la calidad del ADN extraído, particularmente bien conservado para un esqueleto tan viejo, y las nuevas técnicas de secuenciación del genoma -con las que se puede determinar la secuencia genética completa de un organismo.
La calidad del ADN se explica porque «el esqueleto fue descubierto en una caverna. Las condiciones son constantes, el aire es fresco y seco, lo que permitió evitar que se deteriorara», dijo la investigadora Selina Brace.