La base de la aromaterapia se encuentra en la naturaleza
Muchas veces nos olvidamos de la importancia de los 5 sentidos: vista, gusto, oído, olfato y tacto. Cada uno de ellos, desencadena una serie de sensaciones diferentes con las que convivimos diariamente. Si bien, el olfato es crucial para nuestra supervivencia, muchas veces lo pasamos por alto, pero éste evita que consumamos alimentos en mal estado, venenos o detectamos otros problemas como incendios. Con el Covid-19 algunas personas experimentaron lo que es quedarse sin este sentido y tuvieron que ir a aromaterapia para recuperar su funcionamiento.
La aromaterapia, como su nombre indica, es una terapia médica que ayuda mediante la unión y la diversidad de olores a que el cuerpo se relaje. Una de las grandes características de este método es que ayuda a abrir las vías sanguíneas, mejorando el torrente sanguíneo y estimulando al cuerpo a eliminar las toxinas, así como traer recuerdos. El cerebro tiene un enlace muy importante con el olfato, uniendo ciertos olores a recuerdos, como el olor a mar y unas vacaciones en familia. Además, es un sentido que no descansa, puesto que el ser humano necesita respirar e inconscientemente clasificamos todo lo que entra por nuestras fosas nasales para identificarlo.
Los aceites también se incluyen en esta terapia olfativa. Para su elaboración se utilizan plantas y derivados naturales como semillas, cortezas o frutas, que proporcionan ese aroma característico. Dependiendo de los ingredientes, tienen unas funciones u otras. Algunos están más destinados a relajar, mientras que otros ayudan con las dolencias menores. Es todo un arte, puesto que existen varias formas de hacerlo, la más común es infusionar todo y destilarlo al vapor. Por otra parte, los aceites juntan el olfato junto con el tacto y son muy beneficiosos para la piel, como el uso del aceite del té.