Almudena Cid es una admirada celebridad por derecho propio: se trata de la única gimnasta rítmica que ha disputado cuatro finales olímpicas. Cid actualmente se dedica al mundo de la interpretación, y comenta junto a Paloma del Río las competiciones de gimnasia rítmica en Teledeporte.
Resulta que, además, está casada con el presentador de televisión Christian Gálvez. Algo de lo que se enteraron todos los seguidores de Pasapalabra que todavía no lo supieran cuando, hace unos meses, él le dedicó una de las declaraciones de amor más bonitas que hemos visto en un plató de televisión.
Un momento que la gimnasta no se esperaba para nada… y del que posteriormente se quiso “vengar”.
Pero la noticia estos días ha sido la confesión a Toñi Moreno sobre la presión que ha llegado a sentir por tener que plantearse si ser o no madre. La exgimnasta estuvo en Viva la Vida, el programa que presenta Moreno en Telecinco, y aseguró que lo ha llegado a pasar muy mal por ello.
Ha sido la presentadora quien sacó el tema, al preguntarle si se siente “presionada”. “Porque a mí me pasa, que llega un momento en el que todo el mundo te pregunta ¿y cuándo vas a ser madre?”, aseguró Moreno.
“Sí, he tenido una etapa muy difícil por este tema”, contó Cid al borde de las lágrimas mientras explicaba que hubo un tiempo en el que su marido hablaba de ello en Pasapalabra, el programa que presenta cada tarde en Telecinco… sin ser consciente de la cantidad de gente que lo ve.
“Y cuando iba al supermercado la cajera me recordaba que él había dicho que íbamos a tener hijos. Y llegó un momento en el que lo pasé muy mal porque tenía hasta pesadillas.”
Cid estuvo sufriendo esa presión hasta que decidió hablar con Gálvez sobre el tema. “Le dije: ‘Cariño, estoy teniendo un problema con esto”, relató. Y es que, tal y como confesó, no se sentía preparada para ser madre y ni siquiera sabía si quería serlo.
Sin embargo, sentía cómo la sociedad la estaba empujando a ello, y pidió ayuda a su marido para afrontar la situación de otra manera y frenar aquella angustia.
“Dije: pues igual no soy madre nunca. ¿Y qué pasa? No pasa nada.”
“Pero es que desde donde estaba no era capaz ni de elegir, ni de saber si quería dejar de lado todo lo que había construido después de retirarme. Porque lo que la gente no sabe es que yo he estado 21 años metida en un gimnasio y que es muy difícil reciclarte y renovarte y volverte a sentir válida y competente”, dijo de carrerilla.
Afortunadamente, reveló que “Chris en eso me ha entendido perfectamente”, momento en el que se le quebró la voz y extendió los brazos para pedir un abrazo a la presentadora.