Un águila real caza dos polluelos de cigüeña en Cabañeros.
- El águila real se llevó a los polluelos de cigüeña entre sus garras
- La madre persiguió al ave, pero desistió y regresó a su nido
- Los expertos del parque están investigando el ataque
La secuencia tan poco habitual sucedió en la parte toledana del parque nacional de Cabañeros. Los expertos están investigando el ataque de un águila real a un nido de cigüeña. Grabaron cómo el ave cazó dos polluelos de un nido ante la presencia de la madre.
Una cámara que enfoca al nido captó el momento. Ocurrió el 24 de abril, pero las imágenes no han salido a la luz hasta ahora. El día se desarrollaba con tranquilidad para una cigüeña que cuidaba de sus crías recién nacidas. No obstante, en torno a las 17:00 horas todo cambió bruscamente.
Inmediatamente después, adquirió una posición defensiva con cierta tensión. En ese momento, una joven águila real descendió rápidamente al nido y se llevó a dos polluelos entre sus garras.
El animal de repente se sobresalta, paró su crotoreo de golpe, se incorpora, haciendo el ademán de disponerse a defender su nido. Primero avanza decidido, pero enseguida da un paso atrás y huye. Justo en ese momento aparece el águila que se lleva las crías con sus garras. La precisión del animal es sorprendente. Es apenas una fracción de segundo, pero apresa a los polluelos con un movimiento seco, breve y decidido. Sin un fallo. Y deja sólo en el nido un huevo que aún no había eclosionado.
En la imagen puede apreciarse como la cigüeña inicia después la persecución del águila, pero no logra recuperar a sus crías y vuelve para cuidar del único huevo que le queda.
Cosas que quizás no sabías sobre las cigüeñas
Similitudes morfológicas
Las cigüeñas no presentan dimorfismo sexual, lo que significa que los machos y hembras son idénticos en forma, coloración o tamaño.
30 días para nacer
Los huevos son de color blanco algo más grande que el de una gallina y necesitan 33 días de incubación constante para eclosionar
¡Los pollos tienen dientes!
Efectivamente, como la mayoría de reptiles y aves, los cigoñinos al nacer tienen un diente en el pico para romper la cáscara del huevo.
Aves prolíficas
Las puestas de las cigüeñas normalmente son de cuatro huevos, sin embargo se han registrado nidadas de hasta 7 polluelos en potencia.
Custodia compartida
Ambos padres participan en la incubación. Tanto el macho como la hembra disponen de placa de incubación -un parche de piel carente de plumas que es visible en la región ventral de las aves- por lo que van haciendo turnos de manera que los huevos nunca se enfrían.
La vida en sociedad
Se trata de una especie frecuentemente colonial, que suele reunirse en grandes congregaciones para criar. El nido se sitúa con frecuencia en todo tipo de construcciones humanas, desde iglesias y casonas hasta silos, depósitos de agua, chimeneas, torretas de electricidad y antenas, amén de transformadores eléctricos, casas de campo, ruinas y edificios monumentales, aunque un buen porcentaje se sitúa en árboles y, en menor medida, en rocas.
Arquitectura de altura
Año tras año, la misma pareja vuelve al mismo nido para criar y en su afán por conseguir el mejor lugar para sus cigoñinos coloca y coloca palos hasta alcanzar grandes nidos de 2 metros de diámetro y mucho peso, generalmente de 200 y 400 kilogramos, aunque en ocasiones pueden a superar la tonelada.
Pasión Carnívora
En cuanto a su alimentación Ciconia ciconia es una especie relativamente oportunista basada en grandes artrópodos, principalmente, saltamontes y escarabajos. No obstante en su dieta aunque en su dieta se incluyen también, con desigual proporción según las regiones, una gran variedad de invertebrados, en particular, lombrices de tierra, y vertebrados, como roedores, culebras, lagartijas, ranas, peces y hasta pollos de otras aves.
Efectos sonoros
En general, la cigüeña blanca es un ave bastante silenciosa, aunque emite algunas vocalizaciones ásperas de alarma cuando se excita o en presencia de individuos extraños en las inmediaciones del nido. El sonido más característico de la especie es un sonoro castañeteo producido al entrechocar las mandíbulas, conocido como “crotoreo”, que el ave ejecuta como salutación hacia su pareja.