Cómo hay que actuar ante un golpe de calor repentino
Con las altas temperaturas, típicas de esta estación de verano, son muchos los riesgos a los que se exponen las personas que no toman las debidas precauciones, siendo una de las más comunes, el conocido como golpe de calor o insolación. Esto se produce cuando el cuerpo se sobrecalienta demasiado y no se ha hidratado lo suficiente, de modo que se ocasiona un fallo en el organismo.
Si bien un golpe de calor puede ser algo muy común, también es muy peligroso en ciertos casos; puesto que, si no se actúa correctamente, podría complicarse y convertirse en una condición grave que requeriría de atención médica inmediata. No obstante, en caso de no llegar a tal extremo, Sanidad notifica lo que se debe hacer en esos momentos de tensión, siendo las medidas especificadas, las siguientes:
- Llevar a la persona afectada a un lugar fresco y sombreado, lejos del calor directo del sol.
- Aflojar la ropa ajustada y quitar cualquier prenda extra para ayudar a que el cuerpo se enfríe.
- Aplicar compresas frías o húmedas en el cuello, la frente y las axilas para reducir la temperatura corporal.
- Proporcionar líquidos frescos, preferiblemente agua, en pequeños sorbos.
- Utilizar un ventilador o aire acondicionado para ayudar a refrescar el ambiente, o bien abrir las ventanas para que haga corriente.
- Si la persona está consciente y puede tragar, se le puede dar cubitos de hielo para chupar.
- Vigilar los signos de empeoramiento, como confusión, mareos intensos, respiración rápida y superficial, piel enrojecida y caliente, y falta de sudoración.
- Llamar a los servicios de emergencia o buscar atención médica inmediata si los síntomas empeoran o persisten durante más de 15 minutos.
Cabe destacar que cada año se mueren una media de 1.300 personas, por un simple golpe de calor, en España.