A lo largo de los años muchos personajes públicos han pasado a la historia por su forma de pensar o la manera que tienen de superarse, soy partidaria de pensar que de todas las personas podemos aprender algo.
Sabios o personalidades que tienen algo que decir han compartido sus pensamientos de forma pública permitiéndonos así reflexionar sobre ello y aprender algo nuevo.
Julio Cortázar, escritor y traductor argentino, considerado uno de los más innovadores y originales de su tiempo compartió una reflexión sobre el amor libre: «Querer a las personas como se quiere a un gato: con su carácter e independencia, sin intentar domarlo, sin intentar cambiarlo, dejarlo que se acerque cuando quiera, siendo feliz con su felicidad.»
Otra frase especialmente bonita y reflexiva nos la regaló Ana María Matute, novelista española que ocupaba el asiento «K» en la RAE, ganadora en 2010 del Premio Cervantes, decía: «Lo cierto es que los aeropuertos han visto más besos verdaderos que los salones de bodas y las paredes de los hospitales han escuchado rezos más sinceros que las iglesias.»
La preciosa actriz italiana, Sophia Loren hizo una divertida aportación cargada de humor y de razón: «Hay personas que cuando por fin se van de tu vida, te regalan un gran alivio parecido al de apagar la campana extractora de la cocina. Y ese momento es maravilloso.»
Marguerite Duras, la novelista, guionista y directora de cine francesa nos recuerda algo de vital importancia, la infancia, como se debe cuidar esta etapa de la vida y la importancia que tiene en nuestro desarrollo y en lo que llegaremos a ser: «Desde pequeños nos preguntan qué demonios queremos ser de mayores. Como si en ese momento no fuésemos nada. Como si la infancia no fuese un capítulo en el que o aprendes a volar o vives de por tierra de por vida.»
Aprender de estas grandes personalidades en un privilegio que tenemos que aprovechar, el pensamiento crítico la capacidad de reflexionar son unas de las herramientas más potentes del ser humano, siempre está bien ejercitarlas.