Una palabra, podría no significar nada. Un verso en el diario vivir de una persona, podría ser tan solo un suspiro o aire desperdiciado. Tal vez se digan muchas, o se expresen pocas, cientos, miles ¿quién sabe?, pero sin percatarnos, están allí… a veces ocultando cosas, y otras veces anunciando otras. Quizás guarden penas o temores jamás superados, quizás oculten secretos tan oscuros que aterrarían a quienes lo descubran, quizás proclamen amor y alegría por diversos motivos y etapas de la vida, o podrían ser incluso; una agonía.
Así expresando su elocuente sentir el poeta colombiano Jorge Luis Diaz Granados Lugo, originario de Santa Marta, Magdalena. Conocido como J.L. Diazgranados. Nos hace una pequeña reseña inicial y nos confronta y habla sobre su recorrido por las letras.
Un verso en el diario vivir de una persona
“Lágrimas y tinta, en eso se resume” Nos dice el poeta hablando de su recorrido por la vida y de lo marginado, menospreciado, que está el oficio. No son pocos los libros que se puedan publicar, ni cuántos estos sean reconocidos para saber qué en estos tiempos el valor de lectura está mal visto, primordialmente seguir Dios o a Jesús. Mientras el morbo se fomente, lo inmoral se enseñe, la sexualidad pervierta la sociedad y los niños, se dejará de lado todo lo ético, lo correcto, incluso las palabras. No es de sorprendernos que en una sociedad alejada de Dios se divierta y encuentre complacencia en ver, practicar y hasta seguir cosas inmorales que nos hacen daño, solo con mirar un poco las redes sociales nos daremos cuenta de este hecho, y a modo de droga continua, diaria, las personas las buscan.
En ese sentir, a través de su pulso y ya varios libros en el medio, refleja su lucha continua de varios años por expresarse en un mundo tan cambiante, volátil. Que en vez de mirar lo bueno, los buenos valores, se busca lo malo en todos los sentidos desechando o ignorando sus sacrificios o sus buenas intenciones. Trató nos dice el poeta, que mis escritos se centren en el amor, la mujer, la vida, Dios, para que caigamos en cuenta, reflexionemos y aprendamos que estamos o vamos por un mal camino, que volvamos a lo primordial, el amor. Que dejemos el odio, los rencores, y que buscando un escape en todas esas cosas que aparentemente el mundo quiere que sigamos, no hay más que solead, vacío y muerte. Continúa, no sé si lo hago de la mejor forma, si uso palabras hirientes, si tal vez no me expreso como el mejor escritor del mundo… pero lo intento.
- ¿Ha sido fácil el recorrido, cómo fueron sus inicios?
No, no ha sido nada fácil. Ha habido luchas, sacrificios, llantos, desvelos, decepciones, dolor. A lo mejor hace tiempo fuera tirado la toalla viendo mis pocas ventas y escasas views por mis redes. Pero ¿Qué es el éxito? Mientras muchos buscan interesadamente fama o prestigio, dinero, reproducciones en YouTube, y no se esconden. Tan sólo quiero decirles; esa no es mi intención, heme aquí.
Mis inicios se remontan a mis años de bachillerato, en la escuela llamada Liceo Celedón de mi tierra natal. En ella por cosas de la vida para el día del idioma o del libro me escogieron los profesores del área de castellanos (español) para recitar o clamar un poema, exactamente el profesor de nombre o apellido Rosado. Se me indicó la forma, el cómo debía expresarme hasta me aconsejaron que actuara con base al texto. Llegado el día declamé el poema, hasta actúe conforme a lo aconsejado. Y para mi sorpresa a muchos les gustó. De hecho, se sorprendieron de mí voz. Y fue allí, de esa forma que se despertó en mí el oficio de la escritura y el de recitar poemas. Durante el transcurso de todo mi bachillerato, escribía y escribía en mis cuadernos los primeros poemas o borradores. Todo esto ocurría mientras estaba en el aula de clases en la parte de atrás. Y cada vez que llegaba un día especial, conmemorativo, educativo, la mayoría de las veces me elegían para que declamara un poema. Años más tarde los alumnos, los profesores, incluso los compañeros de clase; me apodaron como El Poeta.
- . ¿Por qué persiste en las escrituras sabiendo que no llegará a muchos lectores, qué lo lleva a continuar?
Incluso para mí, esa es una pregunta que no tiene respuesta nos dice el poeta. Verán, por mucho tiempo siempre creí saber la razón o motivo por el cual escribo o creo hacerlo. Creía en un punto, luego me planteaba otro, desechaba muchos y así duré un considerable tiempo. Hasta que pude comprender algo, que ya el motivo en sí, pasó a estar en un segundo plano. ¿Cómo me explico?, es cómo si ahora el escribir formara parte de mí, como si ahora solo lo hiciera… salen las palabras, fluyen. Tal vez antes nació todo ello como un fuego el cual quería devorarlo todo. Pero ahora ese mismo fuego ha venido a ser parte de mí, para ser uno solo, y estar en continúo arder. Y si hubo diversos motivos el cual creí que reflejaban mis débiles argumentos; el ser uno como finalidad, es la mayor razón de hacerlo.
Y que mejor tomar todo esto y llevarlo a un sentir que todos puedan identificarse, en simples versos. Sea en el amor, la vida, experiencias, etc. Y si continúo no es por presumir o de buscar fama, tan sólo quiero expresarme, tan solo deseo escribir, tan sólo… ayudar a otros.
De allí viene el título, lágrimas y tinta.