La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha culminado este domingo la exhumación de Genara Fernández García, maestra de la localidad leones Cirujales y apodada la ‘Pasionaria de Omaña’, asesinada después de ser detenida en León en 1941.
Los restos hallados el Cementerio de León (cuartel A, manzana B, sepultura 6) han sido entregados en el laboratorio del Área de Antropología Física de la Universidad de León.
Allí, las antropólogas físicas se encargarán de examinar los restos óseos para constatar la posible causa de la muerte y corroborar que pertenecen a Genara Fernández. Acto seguido, serán entregados a la familia, cuyo deseo es que descansen en Cirujales, pueblo natal de la profesora.
De este modo, finaliza un proceso de exhumación que comenzó el pasado 31 de mayo y en que han participado alrededor de 20 voluntarios y cuya investigación, según ha recordado la historiadora, comenzó cuando la familia de la represaliada decidió que «era hora» de intentar recuperar el cuerpo, por lo que establecieron contacto con la Asociación.
En un primer momento, la ARMH advirtió a la familia de que era «prácticamente imposible» dar con el cuerpo, ya que «las personas fusiladas en el cementerio de León iban a parar a una zona que fue destruida a finales de la década de los 80 para ampliación de nichos», ha señalado.
Pero, al parecer, a los represaliados a partir del año 40 se les enterraba en el cementerio civil, «donde iban a parar niños no bautizados, personas de segunda o gente muy pobre». «Era muy raro que hubiese fosas comunes en el cementerio de León», ha indicado Rodríguez, ya que era más común que se realizaran enterramientos individuales.
La ARMH aún no ha determinado por qué los restos de Genera Fernández han ido a parar al cementerio de León, aunque Rodríguez lo achaca al proceso represivo que siguió al fin de la Guerra Civil, en 1939. «En León, el pico de asesinatos por el régimen franquista corresponde al año 38», ha señalado la directora técnico-arqueológica, una situación que se «suavizó» a partir del 40 pero que no llegó a cesar.
Además de los voluntarios y familiares que han seguido el proceso ‘in situ’, también ha visitado el cementerio una delegación de 26 electricistas del sindicato noruego Elogit, que, desde hace años, ayuda a financiar las exhumaciones que lleva a cabo la asociación. «Son propensos a interesarse por el trabajo de la ARMH, al tratarse de organizaciones internacionalistas y antifascistas», ha detallado Rodríguez.