Los 10 mejores de la ajedrez en los último tiempos
Aprender ajedrez ayuda a los alumnos a estructurar el pensamiento, solucionar problemas, pensar, tomar decisiones, analizar, prestar atención, concentrarse, reforzar la memoria visual y la percepción. También les ayuda a saber planificar y a ser riguroso y ordenado mentalmente.
Gary Kaspárov
Casi por unanimidad se le considera el mejor jugador de la historia del ajedrez. De Azerbaiyán, logró el título mundial en 1985 ante Karpov a los 22 años, el más joven de siempre, y el llamado Ogro de Bakú lo mantuvo hasta el 2000.
Tiene el segundo mejor ELO de la historia: 2.856 puntos, y dos partidas ante la computadora Deep Blue: victoria en 1996, y derrota en 1997, cuando definitivamente la máquina adelanta al hombre. Provocó un cisma en el ajedrez, pero no implica que se le considere un genio.
Magnus Carlsen
El noruego es el vigente campeón mundial tras conquistarlo en 2013 con solo 23 años, y defenderlo con éxito en cuatro ocasiones. Hasta el año 2020 logró una racha de 125 partidas sin perder en el ajedrez clásico, y se ha ceñido también los títulos en rápidas y relámpago. Tiene el récord en la tabla de ELO: 2.889.
Ha desarrollado los torneos on-line y pasa por ser un talento que en ocasiones se aburre. Ha tenido la colaboración de Kasparov en la preparación de algunas defensas de su título. En los últimos meses, ha protagonizado varios episodios polémicos con el ajedrecista estadounidense Hans Niemann, a quien ha acusado públicamente de hacer trampas.
José Raúl Capablanca
Nacido en La Habana, de padres españoles y murió prácticamente encima de un tablero en Nueva York en marzo de 1942 a la edad de 54 al sufrir un derrame cerebral.
Considerado el mejor jugador de todos los tiempos en aquella época, fue campeón del Mundo, el tercero de la historia, entre 1921, ante Lasker y 1927 lo perdió ante Alekhine. Siendo el titular mundial, planteó cambiar la regla de las tablas como después Fischer y propuso un nuevo tablero, 10 por ocho, con lo que entraban dos peones y dos furas más.
Bobby Fischer
El único campeón del Mundo nacido en Estados Unidos (Chicago) y fallecido como islandés en Reikiavik a los 65 en 2008. En 1972, con solo 29 años, ganó la final más icónica de la historia, a Boris Spassky.
Sus exigencias a la FIDE provocaron que le retirasen el título, y como jugador desapareció de la espena para reaparecer de manera no oficial en 1992 en Yugoslavia frente a Spassky por una bolsa de 5 millones de dólares. Fue un genio, un creador y un adelantado a su tiempo.
Emanuel Lasker
Es el segundo campeón del Mundo oficial de la historia del ajedrez, nacido en Prusia (ahora Alemania) en 1868. Sigue siendo el campeón más longevo, de 1894 a 1921, cuando cayó en La Habana ante Capablanca, que había conseguido 20.000 dólares para disputar la final ante un Lasker arruinado.
Este jugador judío, que tiene una defensa con su nombre en el gambito de dama, también destacó como matemático y filósofo, y moría en Nueva York en 1941, en el mismo hospital en que un año después expiraba el cubano Capablanca. La carrera de Lasker se prolongó durante más de medio siglo.
Anatoly Karpov
De no ser porque coincidió con Kasparov habría sido un rey hegemónico del ajedrez, siendo campeón desde 1975 a 1985, y luego recuperando el título FIDE (1992-1999) en los años del cisma de los torneos.
Un analizador que dominaba el arte del ataque y la defensa, el ruso se enfrentó en cinco finales a Kasparov, con un balance sorprendente: 19 triunfos para él, 21 para el rival, y 104 partidas acabadas en tablas. Visita España con frecuencia y aún, con 71 años, disputa torneos.
Vladimir Kramnik
A este ruso nacido cerca del Mar Negro en 1975, le cabe el honor de unificar el título mundial en 2006 tras trece años de cisma con dos campeones. En 2000, Kasparov le eligió como retador en Londres, y no pudo derrotarle en ninguna de las 16 partidas de la final, lo que no había ocurrido desde 2021, cuando Capablanca ganó a Lesker.
Se enfrentó a la máquina Deep Frirz en 2006, con dos derrotas y cuatro tablas, y con la anécdota de perdonar un jaque mate evidente. Este enorme jugador, de 1,95 metros de altura, se retiró en 2019, a los 44 años, para dedicarse “a asuntos personales”.
Wiswanathan Anand
Afincado en España, concretamente en Madrid, vive en la capital del país para poder desplazarse a los mejores torneos internacionales, Anand ha regresado a Chennai, porque en India, su país, es un ídolo deportivo.
Es el primer jugador asiático en conquistar el Mundial, y lo fue tanto de la Asociación de Jugadores como de la Federación, reinando en solitario de 2007 a 2013, tiempo en el que defendió con éxito su corona en tres ocasiones, pero en 2013 la perdió ante Carlsen. Nacido en 1969, sigue siendo un jugador de alto nivel, aunque parece haber renunciado al sueño de recuperar el Mundial.
Mijail Botvinnik
Nació en las cercanías de Sant Petersburgo cuando Pepino era territorio finlandés (1911) y este extraordinario jugador y maestro murió en 1995. Se aficionó al ajedrez a los diez años en la escuela, y con 14 le ganó una partida a Capablanca, que estaba en una exhibición de simultáneas.
Fue el inicio de una brillante carrera, y del dominio mundial entre 1948 y 1963, aunque perdió y recuperó dos veces el título, para cederlo definitivamente ante Tigran Petrosian. Eso sí, creo su propia escuela, de la que salieron tres campeones indiscutibles: Karpov, Kasparov y Kramnik.
Tigran Petrosian
De origen armenio, nació en Georgia en 1929, y a los 15 años se quedaría huérfano de padre y madre, y gracias al apoyo de un entrenador comenzó su carrera en Moscú para ser campeón mundial entre 1963 y 1969. La primera defensa ante Spassky la ganó Tigran, pero cayó en la segunda, y no tuvo opción a la revancha porque perdió la final de candidatos en 1971 ante Fischer.
Luego volvería a jugar por el título en 1975 ante Karpov. Murió en 1984 de un cáncer de estómago, y su legado en el juego pasa por los sacrificios de calidad, para mejorar suposición y erosionar a los rivales.