Carlos III trabajando por la República

Lleva pocos días como Rey y a Carlos III ya le acompañan varios momentos incómodos debido a su mal carácter, su despotismo y sus malas formas. Curioso es que siempre la «monte» con tinteros y plumas de por medio. Después del numerito que montó en la firma de su proclamación como Rey hoy ha perjurado y perjurado porque una pluma le ha manchado los dedos.

«No soporto esta maldita cosa» ha exclamado visiblemente enfadado al tiempo que perjuraba mientras que su mujer intenta calmarlo. Lo que está claro es que lo suyo no son los tinteros ni las plumas y que tiene un carácter más que agrio.

Una muestra del mal carácter y despotismo de un personaje que no lo tiene nada fácil para «llenar los zapatos» de su madre y que no para de protagonizar continuos escándalos por su mal carácter.

Carlos III ha despedido a más de 100 trabajadores

Además, la entrada del nuevo Rey ha provocado el despido de numerosos trabajadores de Buckingham. Aseguran que se cuentan por decenas, hasta un centenar, los despedidos que recibieron cartas de despido en el mitad de las ceremonias de despedida de Isabel II. Ha sido despedido el equipo de comunicaciones, la oficina financiera, secretarios privados, personal del hogar… Muchos de estos trabajadores llevaban décadas trabajando para la Reina.

La popularidad del príncipe Carlos nunca ha sido buena, pero en estos días Carlos III parece que está trabajando a pleno rendimiento para que desaparezca la Monarquía Inglesa y se imponga la República en Reino Unido. Todavía puede pasar de todo en un país que se levantó un lunes con un primer ministro y una reina y acabó la semana con una primera ministra y un rey.