Recientemente Isa Pantoja dio un paso más en su carrera musical tras convertirse en Isa P con el lanzamiento de su primera canción.
La joven debutó hace unas semanas como cantante, con videoclip incluido. La canción fue muy comentada en las redes sociales, donde no pararon de compartir comentarios de todo tipo. Se la comparó con otras “estrellas” como Leticia Sabater, por ejemplo.
Ahora, el equipo de investigación de Socialité ha vuelto a poner a la joven en el punto de mira. El programa ha descubierto la rentabilidad que Isa P tiene entre la televisión, redes sociales y promoción de su canción.
Según desvelaba el domingo 13 de octubre el programa de Telecinco, la hija pequeña de Isabel Pantoja podría estar ganando aproximadamente 16.000 euros al mes. Ojo, que esto sería sin contar sus colaboraciones en televisión, en programas como el de Ana Rosa, al que acude varias veces en semana para opinar sobre corazón y realities.
Isa Pantoja cobra 1.000 euros por cada publicación de Instagram
Consultando a un experto en redes sociales y marketing, aunque advirtió que no se corresponde con el perfil que pretenden las marcas, ya que “no explota la parte en la que nos quisiéramos parecer a ella”, posiblemente se esté embolsando una cantidad aproximada a los 1.000 euros por subir una imagen promocional a Instagram. A lo largo de un mes, es algo que repite como mínimo unas diez veces.
Además, a esta cantidad habría que sumarle el caché que la hija de la tonadillera estaría percibiendo por cada bolo al que acude para cantar su single “Ya no queda nada”. Según el programa, Isa Pantoja estaría cobrando un total de 3.000 euros por actuación, con dietas al margen.
Y es que tanto hotel como transporte como cena debe ir a cargo de la discoteca que contrate su presencia, y que disfrute de los tres minutos y trece segundos que dura su canción.
Sumando todo ello, Isa Pantoja estaría percibiendo nada más y nada menos que un total de 16.000 euros, sin contar con las apariciones y colaboraciones en los platós de programas. Y es una cara habitual, ya sea para comentar su relación con su familia o con su actual pareja. Una pequeña fortuna que le permitiría vivir independientemente de su madre y cuidar de su hijo Alberto, de apenas cinco años de edad.