Se trata de un ambicioso desarrollo donde describen cómo fabricar una batería de iones de litio que, afirman, podrá dar energía a un coche eléctrico durante más de un millón y medio de kilómetros y más de 4.000 ciclos de carga. Todo esto mientras sólo pierde alrededor del 10% de su capacidad de carga al llegar al final de su vida útil.
En caso de ser cierto, sería uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años en este campo.
A día de hoy, las celdas utilizadas en la mayoría de los coches eléctricos, Tesla incluida, tienen una vida útil estimada de entre 450.000 y 800.000. Ahora, de acuerdo a esta nueva investigación, este tiempo de vida se incrementaría al doble, lo que significaría que, en ciertos escenarios, podrían incluso durar más el mismo coche.
Según la investigación, actualmente los propietarios de un coche eléctrico cambian su vehículo antes de llegar al millón de kilómetros. Pero lo atractivo de este desarrollo es que no sólo está dirigido a coches comerciales para usuario final, sino que podría significar un cambio importante en taxis, camiones de mensajería y reparto, así como otros vehículos de transporte público.