El auge de las pantallas curvas se estanca
A pesar de que parece que el desarrollo tecnológico está en su mayor momento, la realidad es que como en todas las cosas se realizan proyectos piloto que no siempre salen bien, como es en el caso de la implementación fallida de las pantallas curvas para las televisiones. Si bien en un principio gustó la idea a los usuarios, su venta no fue como se esperaba, puesto que el precio en el mercado era demasiado elevado para las rentas medias.
Los expertos recalcan que se trató de crear una mayor experiencia inmersiva utilizando una curvatura ajustada para evitar los reflejos de luces externas en espacios de interior, pero eso causó otra incongruencia que fue determinante para llevar al fracaso la moda de las pantallas curvas. El principal problema que se encontró es que al ser curvo, solo las personas que se posicionaran delante del televisor podían ver completamente la imagen, mientras que el resto de los espectadores perdían nitidez e información visual, cosa que no agradó a los compradores.
Por otra parte, algunos sanitarios aludieron a que estar en una determinada postura durante mucho tiempo perjudicaba el cuello y podría traer mayores consecuencias a la larga, por lo que su uso se puso bajo el foco de los críticos de varios ámbitos, los cuales concluyeron su desenlace para los televisores. No obstante, en otros dispositivos como los móviles o los monitores de escritorio todavía siguen utilizando este sistema.