Un estudio hispano-británico en el que ha participado el Instituto de Biomedicina (IBIOMED) de la Universidad de León (ULE) junto a otros centros sanitarios y universitarios de España y Londres, desvela que la mayoría de las personas que usan silla de ruedas padecen dolor en el cuello, la espalda, la región lumbar o en varias de estas zonas corporales a la vez. La investigación –publicada recientemente en la revista científica Spinal Cord– es el primer estudio realizado en España sobre el dolor de cuello y espalda en las personas con paraplejia y usuarios permanentes de sillas de ruedas, elaborado por la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE) que dirige el doctor Francisco Kovacs y financiado por la Fundación Asisa.
El estudio ha necesitado 12 años de trabajo y ha contado con 750 participantes, la mayoría de los cuales (el 73%) había padecido una lesión medular traumática, mientras que el resto sufre enfermedades neurológicas degenerativas, especialmente esclerosis múltiple, con una edad media de 43 años y 10 años de media como usuarios de sillas de ruedas. Los pacientes sobre los que se ha realizado la investigación proceden del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el Centro de Referencia Estatal para la Atención a Personas con Grave Discapacidad de San Andrés de Rabanedo (León), y los Centros de Recuperación de Personas con Discapacidad Física de Salamanca y Madrid.
Para acometer el estudio primero hubo que desarrollar y validar métodos y cuestionarios para poder realizar un estudio epidemiológico sobre dolencias de espalda, y posteriormente analizar el dolor y los 43 factores que podrían influir en el riesgo de sufrir dolor de cuello y espalda derivado del uso de silla de ruedas. Factores que fueron seleccionados por un comité integrado por clínicos, investigadores y pacientes discapacitados de diferentes asociaciones.
Los datos de la investigación reflejan que el 76% asegura sufrir dolor en algún nivel de la columna vertebral; el 56% en el cuello, el 54% en la columna dorsal y el 45% en la lumbar. Además, el hecho de ser mujer, vivir solo y usar una silla de ruedas manual en lugar de eléctrica está asociado a un mayor riesgo de padecer dolor, según revela el estudio. El dolor de cuello es más frecuente entre personas que han sufrido una lesión medular cervical y que usan un cojín más fino en la silla de ruedas; el de columna dorsal en quienes han padecido una lesión medular dorsal y tienen un mayor índice sagital (mayor grado de curvatura tras la fractura); y el de la zona lumbar en quienes han padecido lesión medular dorsal o lumbar y mantienen cierto grado de sensibilidad.
Uno de los 43 factores analizados fue el ejercicio físico, que según sus investigadores necesita de más estudios puesto que la investigación no ha podido determinar una asociación protectora sobre el dolor lumbar. Jesús Seco, investigador del Instituto de Biomedicina de la ULE y profesor del Departamento de Enfermería y Fisioterapia, explica que “los participantes hacían en conjunto muy poca actividad física, por lo que aunque esta hubiera tenido algún efecto, no podría haberse detectado”. La situación ideal sería –según Seco- “incluir el ejercicio físico como elemento fundamental en el proceso de rehabilitación, no tanto actividad física, sino ejercicio programado, con movimientos repetitivos, sistematizado, periodizado y controlado”. Para ello, tras el proceso agudo “sería interesante evaluar el impacto de programas de rehabilitación activa guiada por médicos del deporte y fisioterapeutas”, detalla Jesús Seco.
Además del Instituto de Biomedicina de la ULE, en la investigación han participado el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, el Instituto de Investigación Sanitaria Puerta de Hierro, el Hospital Ramón y Cajal, el Ciber de Epidemiología y Salud Pública y la Queen Mary University de Londres. Centros coordinados por investigadores de la REIDE (Red Española de Investigadores de Dolencias de Espalda) y del Hospital Universitario HLA-Moncloa.