Foucault describió las sociedades disciplinarias, caracterizadas por la articulación en base a los “centros de encierro”: cárcel, hospital, fábrica, escuela y familia. Estas sociedades alcanzaron su apogeo a principios del siglo XX, a partir de ahí empezó su decadencia para dejarle paso a las sociedades de control. Deleuze destacó de estas sociedades el control continuo y la comunicación constante, un control que se efectúa al aire libre y donde el lenguaje numérico es el protagonista. Los individuos tenemos la sensación de libertad, pero, en el fondo, estamos condicionados por los números para acceder a determinados lugares.
Las teorías de este filósofo de la escuela de París parece que se cumplen con el sistema que empezará a utilizar China para calificar a su ciudadanía. Dependiendo de su puntuación, esto es, de un dígito, tendrán acceso a determinados lugares, escuelas para sus hijos, servicios de transporte, hospitales… Tendrán la sensación de caminar libres, con todo, en este artículo de apertura de puertas podrás ver que dependerá de su puntuación.
Una aplicación al estilo “Black Mirror”
Una “super app” llamada Zhima (“Sésamo”, como en el cuento popular de Alí Babá) asignará una puntuación entre 350 y 950 a los ciudadanos chinos en base a las interacciones que hagan, su comportamiento con el gobierno y los bancos… Utilizará todos los datos a su alcance para dar una puntuación que describa la fiabilidad de los individuos.
¿A qué nos recuerda este sistema? Es casi un calco del capítulo “Caída en picado”, el primer episodio de la tercera temporada de la serie de ciencia ficción distópica “Black Mirror”. En él se describe un mundo donde las personas pueden calificar y ser calificadas a través de una aplicación en base a las interacciones sociales. Un baile de me gusta o no me gusta que permitirá o restringirá el acceso a las personas a determinados lugares: transporte público, bares, restaurantes, bancos…
¿Quién gestiona toda esta información?
Alipay es la principal plataforma de pagos electrónicos en China y en el mundo, la cual forma parte de Alibaba, el principal conglomerado de comercio electrónico del planeta. La compañía estableció un algoritmo bastante opaco para otorgar una determinada puntuación a sus usuarios. Parece ser que tiene en cuenta el uso que los usuarios hacen de sus servicios, a quién compran, los productos que adquieren y también información relativa a los créditos bancarios y al pago de multas.
El gobierno chino cree que este puede ser un sistema útil para organizar a las personas y fomentar el cooperativismo y las buenas conductas. No será hasta 2020 cuando este sistema esté totalmente instaurado, con todo, ya llevan desde 2014 recogiendo datos a través del conglomerado de aplicaciones de Aliplay que son tremendamente populares en el país asiático.
Estos datos ya sirven para evitar que las personas que han cometido delitos durante el último año puedan comprar billetes de tren o avión. Así mismo, las personas que hayan sido pilladas fumando en un tren o causando problemas en un vuelo no podrán acceder durante un año. Una vez pasado este tiempo tendrán que someterse a un control para considerar su calificación.
Digital de León