De un tiempo a esta parte empezamos a escuchar noticias sobre uso de datos de terceros para fines alejados del servicio en el que se recogieron. Diversos escándalos han sacudido a Facebook, pero es lógico pensar que no sean las únicas prácticas poco claras que se han realizado por parte de grandes gigantes de internet. En este artículo vamos a ver quién puede tomar nuestros datos al usar un dispositivo Android y qué podemos hacer para garantizar nuestra privacidad.
¿Qué significa coger datos?
Cuando hablamos de este tipo de casos, no estamos hablando de que un hacker se introduzca en nuestro equipo y consiga los datos. En realidad, son datos que hemos dado voluntariamente, aunque no hayamos sido conscientes de cómo podían usarse esos datos hasta ahora.
Cuando accedemos a un servicio gratuito lo primero que debemos pensar es qué obtiene la compañía que entrega el servicio y dónde está su negocio. En algunos casos es posible que la compañía busque un posicionamiento en el mercado antes de comenzar a pagar por el servicio, o puede que la compañía obtenga su beneficio ofreciendo soporte o servicios de valor añadido y que el servicio gratuito sea simplemente una estrategia de mercado. En otros casos la empresa puede sacar beneficio mediante publicidad mientras usamos su servicio, y aquí hay una primera pregunta que debemos hacernos, ¿la publicidad es genérica o es publicidad orientada? Es decir, la publicidad no depende de mis acciones o, por el contrario, se adapta a mis gustos o a acciones anteriores.
Antes de volver sobre la publicidad, hay una última posibilidad de beneficio, la venta de datos de los usuarios, seguramente en los términos y condiciones se nos advierta de que esto puede ocurrir, e incluso se nos dirá que estos datos serán debidamente anonimizados.
En resumen, puede que la empresa tenga un modelo de negocio claro o puede que en cierto modo haga negocio con los datos de los usuarios, bien sea para orientar la publicidad o bien para venderlos a terceros.
¿Debe esto preocuparme?
Hay dos variables que nos pueden indicar el grado de preocupación que debemos tener, una es la cantidad de datos que dicha compañía tenga de nosotros y la otra es la agresividad con la que los obtenga y los utilice.
Por separado es posible que un servicio no pueda obtener gran cantidad de datos sobre nosotros, el problema viene cuando esa compañía tiene una gran variedad de servicios y puede relacionar los datos que obtiene de nosotros en cada uno de esos servicios.
Por otro lado, puede que la compañía haga un uso poco específico de los datos, por ejemplo, felicitar nuestro cumpleaños o enviarnos una promoción particular para algo que nos interese, o puede que haga un uso intensivo de esos datos mostrándonos solo aquellos datos o anuncios que estime que son de nuestro interés debido al perfil que tiene sobre nosotros.
¿Eso no suena a Google? ¿Cuál es el problema?
Efectivamente, Google es un buen ejemplo, pero no es el único, con la compra de Instagram o WhatsApp, Facebook tiene capacidad de vincular datos de servicios muy utilizados. El problema empieza por un lado cuando esos datos pueden deformar la realidad, es lo que se llama la Burbuja de Google, o cuando perdemos el control de nuestros datos, no sabemos qué datos se han obtenido, cómo se almacenan, cómo se aseguran, qué uso podría hacer un tercero de esos datos, …
Vayamos a un caso extremo, imaginen que alguien pudiera acceder a todos los datos que Google guarda acerca de nosotros, podría saber dónde vivimos, qué horarios tenemos, a qué hora estamos en casa, qué nos gusta comprar, qué medios leemos… y un largo etcétera. Y lo que es peor, nosotros no seríamos conscientes de que alguien ha accedido a esos datos.
¿Cómo evitar que esto ocurra?
Ciertamente, en el caso de Android la sombre de Google es alargada y ciertamente es prácticamente imposible librarse completamente de él, pero sí es posible reducir de forma drástica los datos que obtiene de nosotros. Para ello podemos:
- No utilizar la misma cuenta de Google en todos los servicios que usemos.
- Utilizar servicios alternativos a Gmail, Calendar y Tasks. Hay que tener en cuenta que cada servicio gratuito presentará un problema parecido, si queremos estar seguros lo mejor es utilizar un servicio de pago que garantice nuestra seguridad, como FastMail.
- Utilizar un buscador alternativo, como DuckDuckGo, que no genere un historial con nuestras búsquedas ni guarde datos privados.
- Usar el navegador en modo seguro, o mejor aún, utilizar un navegador que ponga especial énfasis en nuestra privacidad, como TorBrowser o el propio navegador de DuckDuckGo.
- Utilizar una VPN para hacer que nuestras conexiones no puedan vincularse a nuestro perfil.
Ciertamente, como hemos dicho, no es una práctica que únicamente haga Google, las aplicaciones de Facebook o Twitter también pueden tomar datos de nuestro dispositivo, por lo que es recomendable evitar el uso de estas aplicaciones y en su lugar utilizar la versión web, preferiblemente en modo de navegación privada.
Conclusiones:
Como hemos visto, las empresas han de tener un modelo de negocio para sus servicios, aunque estos se ofrezcan al público de manera gratuita. Estos modelos de negocio pueden ser muy variados y algunos de ellos pueden incluir una intromisión en nuestra privacidad. En el caso de Android, obviamente Google es quién tiene la capacidad de obtener más datos y usarlos en su propio modelo de negocio. En este artículo hemos visto una serie de formas en las que podemos reducir el acceso que Google tiene a nuestros datos y aumentar la privacidad. Algunas de estas opciones serán más fáciles de llevar a cabo que otras, aunque solo sea por comodidad, depende de cada usuario encontrar el equilibrio entre privacidad y comodidad.