Vox será la formación que tendrá la última palabra e inclinará la balanza en las alcaldía de Burgos y Palencia después del pre acuerdo alcanzado entre PP y Cs por el que Ciudadanos se haría con el bastón de mando en estos consistorios además de asumir la dirección de las diputaciones de Burgos y Segovia a cambio de apoyar el nombramiento del ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco como presidente de la Junta.
En el caso de Burgos, donde el PSOE ha sido la fuerza más votada, con 11 concejales, la suma de los siete representantes de PP y los 5 de Cs no alcanza la mayoría absoluta, por lo que será el voto de los dos ediles de Vox los que permitirían que Vicente Marañón, de la formación naranja, sea el próximo alcalde de la ciudad y tome el relevo de Javier Lacalle.
En la capital palentina la situación es similar ya que el PSOE también ha sido la fuerza más votada y los 9 ediles del PP y los 3 de Ciudadanos no suman mayoría absoluta, por lo que es necesario el apoyo explícito del único concejal conseguido por Vox.
En este caso, quien daría un paso atrás sería el actual alcalde en funciones, Alfonso Polanco, que entregaría el bastón de mando al candidato de la formación naranja, Mario Simón.