En Castilla y León la edad media de inicio en el consumo de alcohol está en los 13,5 años. Aunque los consumos son elevados no es un hábito generalizado y según la encuesta ESTUDES 2014/2015 el 41,8 % de estudiantes entre los 14 y los 18 años afirman que no se han emborrachado nunca y que un 20,6 % de ellos reconoce que bebe todos los fines de semana. En este contexto, el problema más grave es el consumo en grandes cantidades en muy poco tiempo, los denominados atracones, en los que reconocen haber participado el 39 % de los estudiantes de secundaria encuestados. En 2016, se contabilizaron 331 episodios en urgencias protagonizados por el alcohol en menores de 21 años.
La Junta de Castilla y León va a redoblar su compromiso en la lucha contra el problema del abuso de alcohol en menores y jóvenes. A los programas de actuaciones preventivas que existen en la actualidad como el taller ‘OH.com’ o los programas de prevención familiar ‘Moneo’ y ‘Dédalo’ se suma un nuevo proyecto que va a comenzar a pilotarse para la intervención con menores y jóvenes atendidos en urgencias y emergencias sanitarias por problemas de abuso de alcohol. Este proyecto lleva por nombre Ícaro-Alcohol, se está llevando a cabo mediante el impulso y la actuación coordinada y conjunta de las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades y de Sanidad y es una de las medidas incluidas en el VII Plan Regional sobre Drogas 2017-2021, que se presentó en noviembre. El proyecto pretende dotar a los profesionales que intervienen en la atención y prevención de riesgos en los menores y jóvenes que abusan del alcohol, especialmente a los profesionales de los servicios de urgencia y emergencia sanitaria, de herramientas ágiles y eficaces que permitan reducir el consumo de alcohol y evitar los patrones más problemáticos.
‘Ícaro-Alcohol’ va a trabajar en un primer momento en el ámbito concreto de los servicios de urgencias y emergencias sanitarias a través de un pilotaje que se llevará a cabo en los servicios de urgencias de los hospitales Clínico y Río Hortega de Valladolid y en los recursos de emergencias sanitarias. En el desarrollo de los protocolos de actuación del proyecto ha trabajado, desde junio de 2015, un grupo formado por 23 profesionales de Sacyl, Comisionado Regional para la Droga, Ayuntamiento y Diputación Provincial de Valladolid y de la Fundación Aldaba Proyecto Hombre. La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, y el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, han presentado esta mañana el proyecto, acompañados de todos los profesionales que han participado en su elaboración.
El proyecto Ícaro-Alcohol consiste en que con los menores y jóvenes de menos de 21 años que sean atendidos en urgencias y emergencias sanitarias por intoxicaciones etílicas o por accidentes, lesiones, traumatismos, agresiones y otros problemas directamente relacionados con el abuso de alcohol, se realizará una intervención motivacional breve y obtención de consentimiento informado del afectado y/o de su familia para derivarlos a un servicio de referencia de prevención gestionado por la Fundación Aldaba Proyecto Hombre de Valladolid.
Los profesionales de los servicios implicados en los hospitales y en los servicios de emergencias serán formados previamente a través de sesiones clínicas en cada servicio. Asimismo, se realizarán, en los servicios de urgencias y pediatría, talleres prácticos específicos de intervención motivacional en diferentes situaciones. Esta iniciativa ofrecerá una respuesta preventiva ágil y un procedimiento proactivo con los menores y con las familias, ya que abordará directamente con ellos la situación y lo hará en un momento de especial preocupación y potencial motivación que supone el hecho de encontrarse en un servicio de urgencias, sin necesidad de que sean ellos los que tengan que acudir posteriormente a algún servicio específico.
Posteriormente, estos equipos de referencia de prevención, tras esa primera intervención, volverán a contactar en un plazo máximo de 72 horas con las familias que hayan dado su consentimiento informado, para ofrecer una cita en la que poder evaluar con detalle la situación y valorar la mejor opción preventiva según las necesidades detectadas en el afectado y en su familia. Según la problemática que se detecte, el menor o el joven podrá ser derivado a programas de prevención familiar universal o selectiva, a talleres de sensibilización e información para adolescentes o jóvenes con problemas relacionados con el consumo de alcohol o podrá permanecer en el programa de prevención familiar indicada que desarrolla en Valladolid el recurso de referencia de prevención.
En el caso de que los profesionales del servicio de urgencias o emergencias, del equipo de referencia de prevención, del programa de prevención familiar indicada o de cualquier otro de los programas preventivos detecten una evidente y reiterada falta de colaboración de los padres o la presencia de considerables factores de riesgo en su comportamiento, se informará a los Servicios Sociales del Ayuntamiento o de la Diputación Provincial para que valoren la posible situación de riesgo que pudiera perjudicar el desarrollo personal y social del menor o su posible situación de desamparo.
Digital de León