Alfonso Fernández Mañueco ha anunciado que el Gobierno autonómico ha cumplido su compromiso de legislatura de eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El presidente de la Junta de Castilla y León, ha explicado que, tras su aprobación en el pleno del 28 de abril y su publicación en el Bocyl, dicho impuesto se reducirá un 99%.
Lo que supone la práctica supresión para familiares directos, cónyuges, ascendentes o descendientes. También para miembros de uniones de hecho con convivencia estable de al menos dos años.
Mañueco ha señalado que la medida beneficia directamente a todos los castellanos y leoneses. Supone un ahorro de 35 millones al año para entre 5.000 y 15.000 contribuyentes.
Según el presidente, se trataba de «un impuesto injusto» que perjudica al esfuerzo de las familias al grabar bienes por los que ya han tributado.
También ha señalado que con su eliminación se favorece el ahorro familiar y el relevo generacional de empresas y negocios. Todo ello en un momento en el que hay que facilitar la actividad económica, la creación de empleo, y proteger e incentivar a familias, autónomos y pymes. Es el momento, ha defendido, de “una fiscalidad moderada e inteligente, de bajar impuestos”.
El texto fue aprobado en el Consejo de Gobierno el 26 de diciembre de 2019. Ahora la intención es debatirlo en el pleno de 28 de abril y tras ello, entrará en vigor.
Mañueco, también ha recalcado que Castilla y León es la comunidad con mayores beneficios fiscales. Tanto para la natalidad y el apoyo a las familias, como en la tarifa autonómica del IRPF. También está entre las tres comunidades con menor presión fiscal para el medio rural.
La eliminación de este impuesto contribuye al crecimiento económico, al eliminar la traba que el pago del impuesto pudiera suponer a la transmisión de los bienes entre familiares directos. De igual modo, se ayuda al relevo intergeneracional de empresas y negocios, así como al emprendimiento, sin que el pago del impuesto sea un obstáculo para ello.
Asimismo, con esta medida se estimulará la demanda interna, al generar una mayor disponibilidad de rentas a los castellanos y leoneses; se incentivará la actividad económica y la inversión, incrementando el consumo por el aumento de la renta disponible; y se favorecerá a medio plazo el crecimiento económico y la creación de empleo.
Daniel Francisco
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