La situación se está tornando complicada en Castilla y León con la presencia de varios casos y un foco de la influenza aviar. La aparición de casos de este virus en animales domésticos ha hecho saltar las alarmas y la Junta de Castilla y León se ha pronunciado acerca de la situación que tendrán que afrontar muchas granjas por la presencia de la gripe aviar en varias especies. El primer foco se encontró en una explotación de pavos ubicada en el municipio de Fuenterrebollo, en Segovia.
La gripe aviar que se ha detectado en los pavos de dicha granja segoviana presentan una gran capacidad de contagio, siendo varios los ejemplares contagiados teniendo en cuenta que se trata de una explotación de casi 19.000 ejemplares. Tras ser confirmado el brote en el municipio segoviano, los veterinarios que analizaron a los pavos decretaron que había que sacrificar a los animales que sufrían la gripe aviar para evitar que toda la explotación acabara contagiada. Se ha acotado la zona en un radio de 3 kilómetros para mantener controlado el brote.
El primer caso de dicha enfermedad en Castilla y León tuvo su origen en la provincia de Ávila. Fue el 14 de enero cuando aparecieron muertos tres gansos comunes y una garza real y al analizar las causas de su fallecimiento se determinó que había sido a causa de la gripe aviar.
El segundo caso lo confirmó el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete. Los veterinarios de dicho laboratorio encontraron una cigüeña muerta y al analizar las causas de la muerte se demostró que también había sido víctima del virus de Influenza aviar de Alta Patogenicidad H5N1. Este ave lo encontraron en la Laguna de La Nava de Fuentes, en la provincia de Palencia.
Esta situación ha hecho que se hayan encendido las alarmas en todas las granjas castellanas y leonesas debido a que, puede ser que haya más aves afectadas como lo pueden ser las gallinas. Donde han aparecido los casos y el primer foco de la gripe aviar no se pueden desplazar aves, celebrar ferias, mercados u exposiciones para evitar la expansión del virus. Tampoco se permite comercializar los huevos de los animales infectados.
La realidad es que, la transmisión de la gripe aviar del ave al humano es bastante improbable, por lo que, en principio, solo afectaría a las aves. Pero esto no quita que sea un grave problema para las granjas y para las propias aves que pueden morir a consecuencia de este virus.
Laura Aller
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