Las evaluaciones diagnósticas de las distintas etapas educativas han sido una práctica habitual en la Comunidad desde la asunción de competencias en el año 2000, atendiendo a una de las líneas prioritarias de la Consejería de Educación que es conocer permanentemente el estado de la enseñanza en Castilla y León. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, en particular, la Unión Europea (UE), consideran estas pruebas herramientas que permiten obtener datos relevantes y, a partir de ellos, establecer medidas para mejorar el rendimiento del alumnado y la calidad del sistema educativo.
La evaluación individualizada de tercer curso de Educación Primaria, de carácter informativo y orientador para las familias, escolares y centros docentes, no tiene efectos académicos. Es una herramienta al servicio de la práctica educativa para mejorarla, es decir, para facilitar a los profesores la toma de decisiones en relación con las programaciones didácticas, con los procesos de enseñanza-aprendizaje y, en su caso, con otras actuaciones para la optimización del aprendizaje del alumnado.
Los días 7 y 8 de junio, 21.350 escolares de Castilla y León -14.231 de centros públicos y 7.119 de centros privados concertados- fueron convocados a esta evaluación individualizada de tercero curso de Primaria en 810 centros de la Comunidad -642 públicos y 168 privados concertados-. Los alumnos que no pudieron realizar las pruebas en esas fechas las efectuaron el primer día lectivo de su reincorporación al centro, con el plazo límite del 14 de junio. Según las comisiones técnicas provinciales, el 1,5 % de los alumnos no realizó, total o parcialmente, la evaluación; la mayoría por decisión familiar u otros motivos: hospitalización o enfermedad prolongada, accidente, absentismo…
Pruebas y resultados
Mediante esta evaluación, los centros docentes comprueban el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística y en matemáticas. La evaluación de la competencia en comunicación lingüística, en castellano, constó de dos pruebas: una de comprensión oral y escrita -escucha de un audio-texto y lectura comprensiva de un texto, con sus correspondientes ítems asociados- y otra de expresión escrita -un dictado, varios ítems sobre el conocimiento de la lengua y composición de un texto escrito-. La evaluación de la competencia matemática constó de dos pruebas: cálculo -números y operaciones- y resolución de problemas.
El resultado global se considera muy positivo, tras superar la prueba el 96,6 % del alumnado evaluado y obtener unos niveles altos -notable y sobresaliente– un 73 %. Además, estos resultados son muy homogéneos, no llegando ninguna provincia a alejarse de la media de la Comunidad en un punto porcentual, y superiores en 5 puntos porcentuales a los obtenidos en la pasada edición.
Por competencias, la Consejería de Educación quiere destacar los excelentes resultados obtenidos en la prueba de competencia lingüística, con un 95,3 % del alumnado evaluado positivamente. La competencia matemática obtuvo un 88,2 % de alumnos con evaluación positiva, resultados netamente superiores a los obtenidos la pasada edición (74,3 %).
En cuanto a las subcompetencias o destrezas de lengua castellana, en todas las provincias, los resultados son mejores y más uniformes en comprensión oral y escrita que en expresión escrita. En las subcompetencias o destrezas matemáticas, los alumnos obtienen resultados superiores en resolución de problemas, cifrados en 7,8 puntos porcentuales más que en cálculo: números y operaciones.
Planes de refuerzo y mejora de resultados
La finalidad orientadora de la evaluación individualizada de tercer curso conlleva la necesidad de adoptar medidas para mejorar los resultados y, en especial, prestar apoyo al alumnado de aquellos centros en los que un 15 % del alumnado, o más, no obtiene una calificación positiva de forma que aumenten las perspectivas escolares, se favorezca el desarrollo de las competencias evaluadas y su plena integración al ritmo de trabajo ordinario del aula.
Tras la última evaluación, el número de centros en los que el porcentaje de aprobados no alcanza el 85 % se ha visto notablemente reducido, en un 39 %, en relación con la pasada edición, pasando de 174 centros a 68. Así, dichos colegios deberán establecer un Plan de refuerzo y mejora de resultados en el presente curso para las áreas de Lengua Castellana y Literatura y Matemáticas, como en años anteriores.
En cuanto al horario semanal dedicado a estos planes, el promedio se sitúa en torno a dos o tres horas, con una gran variabilidad entre centros. Además, la inmensa mayoría del profesorado responsable del desarrollo de estos planes son los tutores-profesores de área, si bien en un alto porcentaje participan y colaboran maestros especialistas y maestros de apoyo o refuerzo.