En el Animalario de la Universidad de León no hay días libres.
El Animalario de la Universidad de León (ULE) es uno de los servicios de la institución académica en el que no existen días libres.
Uno de los que no ha dejado de funcionar con motivo del estado de alarma decretado por el gobierno por causa de la epidemia de coronavirus.
En el Animalario hay que estar los 365 días del año, porque es preciso alimentar, limpiar y cuidar a los miles de animales de diferentes especies que tienen allí su casa.
Su director, Miguel Fernández Fernández, explica que “es un Servicio de apoyo a la investigación, imprescindible para el avance científico, siempre tan necesario y más en estos momentos”.
El Animalario de la ULE cuenta con un edificio en el Campus de Vegazana y otro de alto nivel de bioseguridad, recientemente finalizado, que se encuentra ubicado en los institutos de investigación que están en la calle La Serna de la capital leonesa.
Fernández comenta que se cuenta con registro oficial en REGA (Registro de explotaciones ganaderas de Castilla y León) como centro criador y usuario de animales de experimentación para las especies de mayor interés en investigación.
También explica que el edificio del campus dispone de unas “instalaciones adecuadas con capacidad para albergar hasta 9.000 roedores además de:
- 120 conejos
- 4.000 peces (pez cebra y trucha arcoiris)
- 400 aves
Más de 13.500 seres vivos en total, a los que se alimenta, cuida y respeta, y se presta el mejor trato porque todo el personal “es consciente de su papel y de la importancia que tienen para el avance de la ciencia”.
El Animalario en tiempos de coronavirus y su labor social
«Una importante labor social y sanitaria. Además de haber contribuido en la cesión de material de protección junto con el resto de la universidad, ha puesto sus instalaciones y personal cualificado a disposición de la Gerencia de Salud de León y a la asociación de residencias de mayores (LARES) para la esterilización de grandes volúmenes de material y ropa de sus instalaciones en sus autoclaves de alta capacidad”.
Fernández apunta: “ha puesto sus robots de esterilización de ambientes mediante nebulización con diferentes productos ‘virucidas’ a disposición de diversas clínicas sanitarias”.
Finalmente el cuadro de tareas que integran la ‘filosofía de trabajo’ del Animalario como vital elemento de apoyo investigador:
- Facilitar todas las actividades que impliquen el uso de animales de experimentación (instalaciones, instrumental, condiciones de bioseguridad…),
- Promover el buen uso, cuidado y bienestar de los animales con fines de investigación,
- Asegurar que los animales reciben los cuidados necesarios antes de su uso experimental y durante el experimento.
- Suministrar animales criados en el propio centro o en su caso, obtenidos de centros suministradores autorizados,
- Proporcionar el lugar, las condiciones y requerimientos necesarios, tanto generales como especiales, para la realización de proyectos de investigación con animales, y
- Asegurar el cumplimiento de las normas como requisito para el acceso a las instalaciones. También el uso de animales (proyectos, protocolos y su valoración por el Comité de Ética de Animales de Experimentación del centro).