Los profesores de Castilla y León han tenido que «reinventar» sus métodos docentes, convirtiendo recursos ligados a las nuevas tecnologías en herramientas para educar y multiplicando sus horas de docencia para «reforzar sin agobiar» los contenidos curriculares en el confinamiento.
«Ha sido todo muy rápido y nos pilló con el pie cambiado», resumen los profesionales de la educación de Castilla y León, que reconocen que esta situación les ha servido para «espabilar» en la enseñanza online y «estrechar vínculos emocionales con las familias», si bien advierten de que la docencia presencial «nunca podrá sustituirse» porque limita el «feedback con el alumno». Además, alertan de que la «brecha digital» provoca el «descuelgue» de alumnos impidiendo así el principio de «inclusión educativa».
El director y profesor de Geografía e Historia del IES Giner de los Ríos de Segovia, Daniel López Vela, ha lamentado que la circular por la que se cerraban los centros escolares en Castilla y León llegara con «cierto retraso» y de forma «precipitada» con respecto a otras autonomías. Así, tuvo que organizar la ‘maquinaria’ de un instituto con más de medio millar de alumnos y cerca de 70 profesores para «estructurarla» y «ajustarla» al nuevo escenario en poco menos de 48 horas. «El objetivo era crear un sistema que de una forma ágil permitiera tener una carga de tareas por niveles lo más armonizada posible y centralizada en los departamentos», explica.
Crearon una plataforma a través de la web del instituto y apoyándose en la plataforma educativa que ofrece ‘google apps’. «Creímos que la web, muy visual, era el mejor escaparate para informar sobre las tareas, además de mantener toda la información actualizada junto a la cuenta del centro en twitter y utilizando también correos electrónicos», explica.
El director y profesor segoviano entiende que hay que ser «justo» con el alumnado y que, cuando se recupere la «normalidad», no se le puede «exigir» como si hubiera habido clase. «Hemos llegado al 99 por ciento de ellos, pero hay algunos con situaciones familiares especiales» precisa, por lo que ha insistido en que se debe plantear un «sistema de equilibrio» a la vuelta.
Para paliar este tipo de situaciones está el equipo directivo y los tutores que, con «grupos específicos de whatsapp», intentan aportar soluciones a través del contacto con las familias transmitiendo siempre mensajes de «tranquilidad». Una comunicación que, subraya, ha permitido «estrechar vínculos emocionales con los padres». EDUCACIÓN INFANTIL
«El cambio ha sido radical», resume la maestra de Primero de Infantil del CEIP Teodoro Martínez Gadañón de León, Aída Esteban Calleja. «Es una etapa que requiere observación directa del proceso de aprendizaje del alumno», explica la docente que tiene a su cargo 20 niños de tres años.
Para Esteban Calleja los dos problemas principales en un inicio fueron la «incertidumbre» de saber si se enfrentaban solo a un periodo de confinamiento de 15 días o de más tiempo y que había que poner en marcha una «maquinaria» de herramientas tecnológicas que, hasta el momento, solo se utilizaban como «suplemento» en la labor del profesorado. «Trabajamos a través de un blog», continúa, para señalar que el profesorado se coordina a diario con videollamadas. El blog contiene «recursos digitales de aprendizaje» adaptados al currículum educativo. No obstante, ofrecen alternativas para aquellas familias que no tienen acceso, algo «necesario» porque la educación pública debe buscar la «inclusión educativa».
De ahí que insista en que el docente se está «reinventando». «Vivimos un periodo muy intenso de adaptación, de búsqueda de soluciones, de dar alternativas a las familias y todo en un tiempo récord», afirma. EDUCACIÓN RURAL
Situaciones, problemas y soluciones que también se viven en núcleos rurales. El director del Colegio Rural Agrupado El Valle –formado por las escuelas de Educación Infantil y de Educación Primaria de tres pueblos del sur de la provincia de Ávila: Cuevas del Valle, Santa Cruz del Valle y Villarejo del Valle–, Ricardo Resina Cenalmor reconoce que la colaboración de las AMPA ha sido, en su caso, «vital» para intentar «normalizar» toda esta situación.
«El objetivo era reforzar currículum pero sin agobiar a alumnos y familias», subraya el responsable del centro que considera que la situación es tan «especial como estresante» tanto para alumnos, padres y maestros por lo que han intentando no «interferir» más de «dos o tres veces por semana» para hacer propuestas a los escolares.
En este sentido, Resina Cenalmor explica que el colegio «no se ata tanto a los libros de texto» y se mueve más por «proyectos» que estimulan «el interés por el aprendizaje» de los escolares. Por ello, a través de la página web y en coordinación con los otros ocho maestros, proponen retos para conseguir los objetivos marcados.
Por último, apunta que en las calificaciones en esta evaluación han ido más en ofrecer un informe «cualificativo» de los cuarenta alumnos que conforman el centro. «Si esto continúa así volveremos a incidir en evitar hacer una evaluación al uso y fijarnos más en los procesos, en evaluar su trabajo teniendo en cuenta que han tenido que transformar su manera de recibir la docencia y su aprendizaje, dando, en definitiva, más importancia al proceso que a los contenidos».
«Caótico para padres, profesores y alumnos». Así califica el primer día lectivo en confinamiento la maestra del CEIP Juan Abascal de Briviesca (Burgos), Tamara Saiz Suárez. «La plataforma educativa de la Junta estaba saturada y la mayoría de nosotros no habíamos utilizado nunca medios telemáticos en esta situación», recuerda.
Poco a poco, y a través de un «gran esfuerzo» de coordinación por parte del equipo directivo del centro, pero también de «familias y alumnos», la situación se fue «normalizando» y la docencia comenzó a ser «fluida». A través de la plataforma ‘snappet’, la intención de la docente ha sido la de hacer clases «más dinámicas», con retos, misiones «divertidas» para «estimular» al alumno, explica Saiz Suárez que incide en el problema que hay en el mundo rural para acceder a las nuevas tecnologías. «Hay familias que no es que no tengan recursos, es que, directamente, no les llega internet y esta situación provoca graves desequilibrios», lamenta.
Aún así, el esfuerzo personal de los docentes, en este caso el de esta interina que por primera vez de clase, hace que las «tareas» lleguen a todos los alumnos. «Si algo creo que estamos aprendiendo de esto es que la docencia necesita vocación», puntualiza.
Por último, la maestra de Primero de Infantil y Primaria del CRA Campos de Castilla, que también engloba tres colegios en pueblos del alfoz palentino, Leticia Masa Cabeza, admite que la «incertidumbre» de los primeros momentos dio paso, de manera inmediata, a una «rápida organización» pese a las dificultades tecnológicas con las que se enfrentaron. «Tuve que pedir los correos electrónicos a los padres porque no teníamos el de la Junta como cauce oficial», asegura.
La vía de comunicación con los más pequeños la realiza a través de los padres. «Les mandé actividades de diferente materias por medio de recursos y estoy en contacto con las familias para que me pregunten todo tipo de dudas que puedan tener. Si antes el horario lectivo estaba acotado por las clases, ahora estamos a su disposición todo el día», explica.
Al igual que el resto de compañeros, incide en que la docencia presencial es «insustituible». «El teletrabajo en educación no es efectivo, no es una opción, necesitas contacto directo, ver día a día su progreso y capacidad de aprendizaje», para concluir subrayando que las nuevas tecnologías provocan «mayor brecha», cuando la escuela pública debe abogar por, precisamente, todo lo contrario «reducir al máximo las diferencias».