La Guardia Civil en el marco de la Operación TRILLÓN ha desmantelado una Organización Criminal dedicada a la Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Sexual en la que se ha logrado liberar a 12 mujeres que se encontraban en el momento de la intervención bajo su control. Durante la actuación se han practicado las detenciones de 15 individuos pertenecientes a la trama criminal a quienes se les atribuye la presunta autoría de los delitos de Trata de Seres Humanos, Prostitución Coactiva, Inmigración Ilegal y Organización Criminal, teniéndose previstas más detenciones.
El Operativo para la liberación de las víctimas se ha desarrollado de forma coordinada entre Guardia Civil y la Squadra Mobile di Roma de Polizia di Stato, llevando a cabo 6 entradas y registros simultáneas en domicilios ubicados en las ciudades de Roma y Barakaldo, localidad esta última donde la cúpula de la Organización se encontraba afincada y desde donde dirigía las actividades de la misma.
Grado extremo de sometimiento
La trama criminal desarticulada, se servía de mujeres procedentes principalmente de Venezuela y Colombia, que abusando de su situación de vulnerabilidad y pobreza eran instadas para que abandonaran sus países de origen, trasladándolas en vuelos hasta Italia y España. Una vez en el continente europeo, las mujeres eran distribuidas entre diferentes pisos situados en la localidad de Barakaldo en España y de Roma en Italia, donde eran explotadas sexualmente bajo el control de la Organización.
Cada poco tiempo eran intercambiadas entre los diferentes pisos y ciudades con el propósito de provocar un desarraigo que permitía un mejor control sobre ellas, y para «ofertarlas» como novedad con el fin de atraer un mayor número de clientes. Se han llegado a contabilizar más de 30 mujeres que han pasado por el control de esta Organización en los últimos 2 años.
Durante la investigación se ha constatado un confinamiento total de las víctimas en los pisos donde ejercían, con apenas tiempo para dormir y siempre bajo el dominio total de la Organización sirviéndose de individuos que se encargaban de su vigilancia y cámaras que emitían en directo instaladas en los pisos donde residían y eran explotadas sexualmente. Lo anterior era complementado mediante coacciones por su situación irregular en el país y amenazas, incluso con armas de fuego, ejerciendo así un control total sobre ellas.
Además, obligaban a las víctimas a realizar todo tipo de prácticas sexuales a demanda de los clientes, controlando tanto los tiempos de trabajo como su recaudación, incluso las indicaban que consumieran drogas con los mismos para estar más tiempo en su compañía y obtener así un mayor beneficio.
Los detenidos, en su mayoría de origen sudamericano y asentados en la localidad de Barakaldo, se servían de varios vecinos vizcaínos de su confianza para realizar los transportes ya que eran conocedores de la zona.
La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº4 de Barakaldo (Bizkaia) y en ella han participado agentes de la Guardia Civil de la Zona del País Vasco y de la Unidad Central Operativa (UCO) apoyados por componentes del Grupo de Acción Rural de la Guardia Civil.