Un sargento del Ejército, destinado en una de las misiones internacionales en las que participan las Fuerzas Armadas Española ha visto, y besado por primera vez a su hijo Enzo, que nació mientras su padre se encontraba cumpliendo su misión lejos de España.
Su mujer Noelia, rompe a llorar después de tan larga y dura espera, al fin puede por fin abrazar a su marido.
Las lágrimas de Noelia tienen el sonido más profundo, ese que se produce cuando una puede liberarse de tanta angustia pasada.
Su sonrisa y su risa se mezclan con el llanto, es producto de lo anteriormente dicho, mezclado con la inmensa de la felicidad del momento.