La juez que lleva el caso de agresión de la socorrista de Villamuriel ha decretado una orden de alejamiento contra el agresor y su familia y no podrán acercarse a menos de 500 metros de la víctima ni de su lugar de trabajo.
Así ha quedado estipulado después de que el juicio rápido haya sido paralizado al no tener pruebas suficientes de las lesiones ocasionadas a la víctima. Recordemos que la joven socorrista fue golpeada con una patada en la zona genital por un individuo al que le había llamado la atención por encontrarse con ropa de calle en las instalaciones de la piscina municipal.
El forense no ha podido confirmar el alcance de las lesiones ya que la víctima se había operado a finales de marzo en la zona en la que fue agredida y pocas horas después de la agresión, la víctima se percató de que había sangrado.
Por ello el forense no puede dictaminar si este sangrado es producto de la propia agresión o de las secuelas producidas de la intervención.
Ante estas circunstancias y a las espera de las operaciones que la víctima tiene que hacerse de nuevo en otoño, el juicio se pospondrá hasta que el especialista determine las causas del sangrado actual y si este puede afectar a las operaciones a las que la mujer se tiene que someter.