La Asamblea Comarcal de Cruz Roja Astorga se ha quedado sin la gran mayoría de sus voluntarios (18 de 20 se han ido), después de que hayan decidido darse de baja como signo de protesta ante el nombramiento, de una nueva presidenta por parte de la cúpula provincial, que viene a sustituir al actual, que en funciones, pretendía continuar un nuevo mandato.
El presidente que ha cesado, Tomás Casanova, ha comparecido en el día de ayer para dar explicaciones de su salida, que se lleva a cabo tras un movimiento de la recientemente elegida responsable provincial de la entidad, Victoria Seco, quién colocó en el cargo a una íntima amiga suya, Almudena Sobrino, hecho que ella misma reconoció. Casanova señaló que»nadie me ha echado. Me he ido yo, porque lo ha hecho con sistema muy torticero, basado en mentiras. Yo hubiera seguido de voluntario y no se hubiera montado este pifostio».
Cabe destacar que la persona que Cruz Roja ha elegido para ese cargo es ajena a la organización, no conoce su funcionamiento ni cuenta con la confianza de los voluntarios. Por su parte, Seco indicó que la gestión de Casanova no resultaba satisfactoria para los colectivos a los que atienden, hecho que el propio Casanova negó, amparado por los voluntarios, además de reclamar argumentos que soporten dicha acusación ante las supuestas quejas.
“La nueva presidenta dijo que había elegido a esa persona entre su pandilla de Astorga, por encargo del nuevo presidente de Cruz Roja en Castilla y León y que no pensaba dar marcha atrás por mucho que la mayor parte del voluntariado de Astorga estuviera decidido a dimitir”, han detallado los voluntarios previo a destacar tristemente “esta forma de actuar tan poco democrática en una organización apolítica”.
Lo que ha ocurrido, lo consideran “inaceptable y decepcionante”, y añaden como recordatorio que los diversos servicios de Cruz Roja Astorga alcanzan a más de 250 personas lamentando las serias consecuencias que esta acción pueda tener en los beneficiarios.